Capítulo 65 ¿Como...?

Narra Alec (Jhon)

~Era una completa tontería lo que acaba de pedirme, ¿acaso sabe los efecto que tienen lo supresores de alta progresión en los alfas?, veo que no ha cambiado nada.

-¿Alec?

~¡¿Qué?!

-¿Qué pasó?

~Trate de tranquilizarme un poco -pasa que Ailie sigue siendo una persona egoísta-.

-¿Por qué?

~Ha condicionado nuestra reunión, dijo que no accedería a verme a menos que aceptara suministrarme supresores de alta progresión.

-¡Pero esos supresores…!

~Exacto, si el alfa los rechaza eso me hará una bomba de feromonas andando y con riesgo de tener daño permanente en las glándulas productoras de feromonas, él..él sigue siendo tan despreciable.

-Alec espera, debe haber una razón para que te pidiera tal cosa.

~¡¿A si?!, a ver dime, ¿cuál puede ser esa grandiosa razón?

-¡Pues yo….!

~¿Lo ves?, ni tu lo sabes, esos supresores su único propósito es inutilizar a los alfas, por un tiempo fueron utilizados para suprimir el celo de los alfas, pero pronto los grupos anti-dominantes se dieron cuenta que tenían efectos secundarios y empezaron a usarlos con el único propósito de reducir la población alfa, muchos alfas se convirtieron en betas tras un rechazo a ellos, por ello son ilegales o solo se obtienen bajo un estricto control médico.

-Alec, solo piensa un poco, acaba de salir del hospital, tal vez su condición es delicada.

~¿Por qué lo justificas tanto?, para ti siempre debe haber algo que lo defienda, ¡¿qué demonios te ocurre?!

-Alec, por favor…

~Vete.

-¿Qué?

~¡LARGO!, ¡NO TE QUIERO VER!

-Como quieras.

~En ese momento estaba furioso, ¿cómo puede ser tan miserable?...

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Narra Jía.

=Después de aquella conversación con Ailie me sentí mejor, lo compadezco un poco, no puedo imaginar lo que es perder a un compañero con quien tenías un vínculo.

-Brrr-brrr-

=¿Hola?

° Jía, cielo.

=¿Papá?, ¿qué ocurre?

° ¿Tienes un momento?

=Claro, ¿qué pasó?

° Estoy cerca de la empresa, ¿ya acabaste tu trabajo?

=Sí.

° ¿Quisieras ir de paseo con tu padre?

=¡¿Ah?! -todo en esta llamada era inusual, ¿acaso pasó algo?-.

° ¿Qué dices?

=Pues…si, esta bien.

° Estoy afuera, ven, vayamos juntos.

=Eso fue aún más extraño, algo anda mal, me apresuré y en cuanto salí ahí estaba mi papá.

° ¡Jía!

=Hola papá.

° ¿Cómo estás mi amor?

=Bien papá, ¿a qué debo tan inesperada invitación? -en cuanto le hice la pregunta su expresión cambió por completo, lo sabía, algo pasó-.

° Jía.

=¿Qué pasó papá?

° ¿Podemos hablar en otro lugar?

=Claro -subimos al auto, pero en menos de 15 minutos llegamos a un lugar que no conocía-.

° Hemos llegado.

=¿En dónde estamos papá?

° Es un pequeño café que recién abrió, ¿es lindo no?

=Ya conozco esta actitud, quiere decirme algo pero no sabe como -papá, ¿qué es lo que quieres decirme?- en cuanto se lo pregunté se puso rígido.

° Primero entremos y ordenemos algo.

=Como desees -entramos y casi no había nadie, era un escenario muy tranquilo y relajante, era confortable-.

*Buenas tardes, un placer servirles, ¿una mesa para dos?.

=En cuanto entramos nos recibieron cálidamente -si por favor-.

*Por aquí.

=El mesero nos guió a una mesa muy hermosa, los asientos eran como una pequeña cabina y en cuanto nos sentamos nos trajeron el menú.

*En un momento vengo a tomarles la orden.

=Gracias - el mesero se marchó y mi padre se tapaba el rostro con la carta- papá.

°¡Mira hija!, ¡té de matcha!, ¿es el qué te gusta no?

=Papá -con la mano baje la carta haciendo que me mirará directamente a la cara- papá, ¿que ocurre?, ¿qué es eso que quieres decirme o preguntarme?

°Haaaaa.

=Finalmente solo soltó un suspiró y me miró fijamente.

°¿Es cierto?

=¿Qué cosa papá?

°¿Que tú y el joven Ailie se reconciliaron?

=Así que era eso -bueno, yo no lo llamaría exactamente una reconciliación ya que nunca fuimos cercanos, pero creo que algo parecido, yo lo llamaría una conversación emotiva.

°¿Y cómo te sientes respecto a ello?

=Pues aún hay sentimientos que no logro procesar del todo, pero a comparación de hace algunos meses ya me siento mucho mejor.

°¿Y él?, ¿cómo se encuentra?

=Yo no sabía cómo responder a esa pregunta, aunque es mi padre y confío en él no puedo decirle la condición de Ailie -pues…él está mejorando, lentamente pero está estable-.

°Ya veo, ¿y los chicos?

=Bueno, ellos la están pasando mal, más que yo.

°¿Por qué lo dices?

=Los cuidados de Ailie son un poco estrictos y aunque son jóvenes es una carga enorme para ellos, más que física es una carga emocional brutal, son buenos chicos, no deberían pasar por algo así -extrañamente pensar en todo ello también me ponía triste-.

°¿Y cuál será tu papel en todo esto?

=Pensé un poco antes de responder, no estaba segura de que es lo que quería hacer exactamente, pero…-bueno, yo estuve con esos niños gran parte de mi vida y aunque no conozco a Ailie ni soy cercana a él, no me sentiría bien dejándolos solos-.

°Entiendo.

=Mi papá solo se limitó a tomar mi mano y…-.

°Si hay algo en lo que pueda ayudar no dudes en decirme, ¿si?

=Si papá, gracias.

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-Luego de un rato-

=No sé cuánto tiempo nos quedamos hablando mi papá y yo que al darnos cuenta ya era de noche.

°¡Cielos!, creo que perdimos la noción del tiempo.

=En efecto, el tiempo pasó muy rápido, vamos a casa.

°Si, vámonos -estábamos saliendo del lugar cuando nos topamos con alguien extraño-.

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Narra Alec (Jhon)

~Luego de aquella pelea con Benjamin salí de la oficina furioso, camine y camine sin rumbo, al darme cuenta ya se había oscurecido, estaba en una calle donde no había nada más que una cafetería muy escondida, decidí que tal vez sería una buena idea tomar un café, estaba acercándome cuando se abrió la puerta.

*Gracias por su visita, vuelvan pronto.

~Al abrirse esa puerta salieron dos personas, personas a las que conocía demasiado bien -¡¿Jía?!

=¡¿Ah?!

~¡Mierda!

=Disculpe, ¿acaso me conoce?

~¡Carajo!, ¡¿y ahora que digo?! -Yo…-.

=¿Quién es usted, ¿y como sabe mi nombre? 

~Mi mente se quedó en blanco -Yo pues…- ¡mierda estoy en problemas! ó eso pensé.

-¡Jhon!

~¡¿Qué?! -al mirar hacía atrás…era Benjamin , gracias al cielo-.

-¡Jhon!, ¡te perdí de vista!, ¡¿por qué no me esperaste?!

~Benjamin llegó jadeando hasta mi.

=Disculpen, ¿quiénes son?

~Yo no sabía qué decir, Benjamin se dio cuenta enseguida y me dio una mano.

-¡Señorita Harrison!, ¡un gusto conocerla!, ¡disculpe el alboroto!, me presento, soy Benjamin, un placer, soy el secretario del joven Jhon Rider.

=¿Jhon Rider?

-¡Así es!

~¡Auch! -Benjamin en ese momento me dio un golpe en insinuación a que la saludará- sí, ese soy yo, disculpe -me presenté y le di la mano-.

=Jhon Rider, ¿por qué ese nombre me es familiar?

~¿Familiar?, pero si hasta ahora no nos habíamos visto.

-Es que es el hijo del presidente de Orión Royale.

=¡Cierto!

°¿Lo conoces hija?

=Sí, es el hijo del magnate de joyas, regresó hace no mucho del extranjero.

-Así es señorita Harrison.

°Ya veo, es un placer caballeros.

-El placer es nuestro.

~Disculpe si la asuste señorita Harrison, es que nunca la había visto en persona, es hermosa.

=Se lo agradezco, usted también es muy bien parecido.

~Gracias.

=Bueno, fue un gusto, pero si no les molesta me tengo que retirar, estoy un poco cansada.

-Por supuesto señorita, de nuevo una disculpa, vaya con cuidado -Jía se miraba muy delgada, más que la última vez, se miraba exhausta ¿estará bien?-.

=Igualmente, gracias.

~Y finalmente se marchó, estaba muriendome de los nervios -Benjamin, gra-.

-¡Callate!

~¡¿Ah?! -repentinamente Benjamin cambió su expresión- ¿qué ocurre?

-¡Eres un cínico!, ¡esta es la última vez que te sacó de un aprieto!, ¡la próxima vez te las arreglas tú solo!

~¿Qué te pasa?, ¿por qué me hablas así?

-¡Ja!, ¡¿y osas preguntar?!, ¡en este momento me estoy conteniendo para no darte una bofetada!

~Bejamin me hablaba en un tono recio y frío.

-¡Primero te comportas como un adolescente estupido y a pesar de ello tengo que sacarte de problemas!, ¡te lo advierto!, ¡vuelves a gritarme como lo hiciste hoy y te quedas solo!, ¡me largo!, ¡no tengo ninguna necesidad de tolerar tus estupideces y comportamientos ridículos!, ¡tal parece que todo lo que te dije te importó un carajo!

~Es la primera vez que veía a Benjamin tan enojado.

-¡O dejas de comportarte de manera tan infantil o en el último de los casos vete al diablo!

 ~Su palabras eran duras.

-¡¿Entendiste?!

~Sí, lo siento, no debí hablarte de esa forma, tienes razón, actúe tontamente -en cuanto me disculpe su expresión de relajo un poco-.

-Bueno, si lo sabes entonces empieza a comportarte y vámonos, me estoy congelando.

~Espera.

-¿Qué quieres?

~Entremos por un café -vaciló un poco ante mi petición pero accedió-.

-De acuerdo.

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-El jueves de la otra semana-.

-Alec, ¿ya estás listo?

~Si, vámonos.

-Bien.

~Y en este momento nos dirigimos a con Ailie, luego de aquella noche en donde nos topamos con Jia, Benjamin me convenció de ir a ver a Ailie.

-Cuando lleguemos por favor compórtate, es increíble que siendo quien eres actúes como un niño mimado.

~Si, lo siento, ya entendí -al hacer recuento de mis acciones Benjamin tenía razón, no me he comportado como un adulto.

-Cuando lleguemos el supresor le será administrado vía sanguínea, ¿de acuerdo?

~Si.

-Solo tienes aproximadamente una hora a partir de que te es inyectado, por favor apresúrate, en cuanto termines tenemos que aplicarte el otro fármaco para neutralizar los efectos de los supresores.

~Entiendo.

-Bien.

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-Luego de un rato-

-Llegamos.

~Durante el trayecto me dormí, al llegar Benjamin me despertó, pero no podía creer lo que veían mis ojos.

-¿Qué ocurre?

~Es aquí…

-¿Qué?

~No sé fue…

-Alec, ¿de qué hablas?

~Hablo de que aquí es en donde vivíamos juntos…

-¡¿Qué?!, ¡¿estás seguro?!

~Si -me quede inmovil por un momento, no entendía nada, ¿por qué se quedó?-.

-Alec.

~No sabía qué hacer, es como si me hubiese congelado en el tiempo.

-Alec.

~¡¿Eh?!

-Sé que es difícil pero tenemos que entrar.

~Solo miraba a Benjamin.

-¿Estás listo?

~Vagamente asentí con la cabeza.

-Vamos entonces.

~Procedimos a entrar a aquel edificio, subimos al elevador y bajamos en aquel piso, caminamos a aquella misma puerta, del aquel mismo apartamento y por un momento me invadió la curiosidad, quise introducir el código de la puerta para ver si seguía siendo el mismo pero Benjamin me detuvo.

-¡Alec!, ¡detente!, no puedes hacer eso, levantaría sospechas, limítate a tocar la puerta solamente.

~No pude hacer nada más que hacerle caso.

-TOC-TOC-

~No se escuchó nada al otro lado de la puerta, pero de repente esta se abrió dejándome petrificado.

¬Buenas tardes, ¿es usted John?

~¡¿Pero qué…?!