¡No puedes casarte con él!

El rostro de Jordan se volvió muy sombrío. 

Cuando el taxista vio la situación de Jordan, le preguntó con cara de desconcierto: —Seguro que no eres tan pobre como para no poder pagar un taxi de tres dólares, ¿verdad? 

Jordan dijo con torpeza: —Lo siento, señor, salí con prisa y olvidé traer dinero. Deme su número de contacto y haré que alguien le transfiera el dinero. 

En ese momento, Chris y Robb se rieron a carcajadas: —Jordan, oh, Jordan, ¿no estás dispuesto a pagar 800 dólares por el coste de la reparación del coche, y ni siquiera puedes pagar tres dólares? ¿Te llamas a ti mismo hombre y padre de Chloe?

Los espectadores de alrededor también empezaron a discutir sin cesar: 

—Va vestido con ropa de marca, pero nunca pensé que no estaría dispuesto a pagar un billete de unos pocos dólares. ¡Qué tacaño! 

—¿Cómo puede haber gente en este mundo que ni siquiera puede pagar unos dólares? ¿Qué tan pobres deben ser?