E1C1 Hay más parientes por conocer (1)

Era el inicio de las vacaciones de verano cuando Jin Ling fue enviado para conocer al tío que en las festividades importantes o no le enviaba extravagantes regalos. Habían pasado once años desde su última visita, solo tenían un año de edad, no recordaría al animado tío por más que lo mencionara a su madre.

El tío Cheng tampoco ayudó, él llamaba idiota a su hermano cada que podía y a parte de lo muy idiota que supuestamente es, Jin Ling no sabía más. Decían que reía, cantaba, bailaba, jugaba, cocinaba un poco... ¿Pero eso no hacían la mayoría de las personas?

Este tío era increíble, incluso varios empleados de su casa tenían una idea vaga de su increíble imagen pero él era el único en la familia que le desconocía. Solo podía contar con anécdotas y ninguna foto.

—Tío Cheng ¿Cómo es el tío Xian?

—Pff el idiota es como tan idiota como un idiota puede ser.

—...

Para qué se molestaba en preguntar, ah.

Jin Ling recordaba como el tío Cheng se encargó de disciplinarlo luego de haberle oído llamar perro a las personas. En su casa ya eran estrictos pero el tío Cheng era el menos paciente y el más mal humorado de la familia Jiang y la familia Jin juntas, así que en sus primeras veces de estadía en Yunmeng fue difícil apreciar el paisaje, tenía que lidiar con los castigos. Él recuerda sus palabras:

"Rulan, el verdadero perro es el que le dice perro a las personas, cuida tu lenguaje".

Por eso creía que talvez el tío Cheng era el verdadero idiota pero eso nunca lo diría en voz alta, nadie se atrevería a hacer algo similar, él da tanto miedo como cuando su madre se enoja, incluso peor.

—A-Jing, A-Xian envió esto para ti— Jin Yanli entregó el paquete a su entusiasmado hijo.

—¿Qué es? — preguntó midiendo su emoción.

—Dijo que es otro destrozado ¿Voy por tijeras?

-¡No no! —se aclaró la garganta— digo, no. Si se llama asi es normal hacer añicos el papel con las propias manos... en signo de respeto al remitente. —Terminó por sonrojarse, nunca podría aceptar que hacer basura era divertido.

—Extraño.—Yanlin simuló su risa— Pensé... Estuve a punto de quedármelo. Antes dijiste-

—¡Madre, son mis regalos! —Jin Ling palideció por un segundo antes de continuar: —El tío Xian tendrá sus razones para seleccionar sus propios regalos. El tío Xian también envía regalos a parte a ti, a padre y al tío Cheng, no necesitas los míos. Si se me fueron enviados, naturalmente tendré que recibirlos.

Jin Ling vio a su madre enrojecer de risa ahogada.

—Y-Yo sólo asumo mi papel de sobrino como debe de ser.

—Nos envía regalos, pero más a ti.—Yanli se volteó espiando las reacciones de su hijo por el rabillo del ojo— Este fue el único paquete que envió esta vez.

—Tendrá sus razones.

Yanli dejó en paz a su avergonzado hijo resonando sus carcajadas en toda la casa.

Sus regalos eran los más curiosos. En un principio le parecían tontas las "advertencias" que etiquetaban sus regalos y la que más odiaba eran los destroza envoltura ya que él y el obsequio se separaban por al menos diez envolturas. Hubo una ocasión en la que le tomó medio año abrir un regalo y esto solo tenía una explicación.

El tío Xian era amante de los licores y cuando encontró nuevas extrañezas enviaba para que todos lo probaran. Entonces, en un día en fin de año, sirvieron el licor en la cena y cuando el tío Cheng se enteró quién lo había enviado, bebió hasta que emborrachó. El licor, solo fue uno de los presentes, a parte habían regalos para cada miembro de la familia.

Un látigo morado fue el regalo que el tío Cheng había estado insultando durante los primeros tragos, luego comenzó a contar historias del pasado y de lo lindo que era su nuevo látigo, mientras, Jin Ling afloraba expectativas dentro de la caja obsequiada por su increíble tío Xian.

Entonces cuando su abuelo Fenmiang se unió a la discusión y el tío Guangyao comenzó aclamar a través del micrófono lo útil que era la nueva herramienta que recibió, Ling creyó que era suficiente de su familia y miró su propio regalo.

Tenía otra vez la fastidiosa etiqueta "Desastrosa envoltura" y se quejó en silencio. Cuando el abuelo Fengmian lo notó, rió nostálgico pero su abuela Yu reía como villana y escuchó fuerte y claro a su tío Cheng decir:

"Huffg, esta claro que si no puedes abrirlo por ti mismo tampoco podrías considerarte mi sobrino."

Jin Ling no creía que fuera una especie de prueba del tío Xian, aunque lo parecía, después de todo nadie contradecía las palabras del tío y hasta que sus padres comenzaron a reír.

"¿Nunca ha podido cierto? Le diré al idiota que no envíe más."

Jin Ling se aterrorizó por las palabras del tío Cheng.

Las etiquetas a veces eran molestas pero tenía que admitir que le gustaban todos y cada uno de sus regalos, solo hacía que otros lo abrieran por él cuando era molesto. Pero ahora con la amaneza de Cheng, si lo dejaba así se quedaría sin ellos en el futuro.

"Tengo una mejor idea Jiejie, envialos a mí, así nunca se enterara de la incapacidad de Ling."

En su estado borracho, Cheng era muy hablador.

La cara de Lin Ling se hundió más, nadie nunca le había dicho insuficiente mucho menos su tío Cheng, él se había encargado de enseñarle todo lo que faltara y era el primero en denunciar a la gente que lo llamaban mimado de Jin o mimado de Jiang.

Fue impactante, su propio tío lo había dicho y se encaminaba a quitarle su regalo y aún peor todos se reían ¿Quién más que el mismo podría defender su cara?

Tomó el paquete alejandose de Jiang Cheng y gritó como nadie más abrió sus regalos. Cheng se enojó.

"Ling, tu tío envió el regalo a mí, su hermano, ¡vamos regrésalo!"

Oh Jiang Cheng estaba muy borracho queriendo apropiarse de los juguetes de un niño.

Este tío Cheng en realidad no dio miedo pero para un niño de nueve años en ese momento era una pesadilla y en efecto, Ling terminó explotando como un mini Cheng.

"¡Tío Cheng si me quitas mis regalos, me llevaré tu látigo morado!"

Cheng retrocedió. "¡No, es mío! Zixuan ¿qué le ha estado enseñando a mi sobrino? ¿Oyes lo que dice? ¡Despojarme de mi lindo lindo látigo! Hmmp ¡Jamás! ¡JIEJIE!"

La madre Yanli terminó consolando a su hermano y Guangyao comenzó un discurso sobre el respeto de los regalos y la importancia de abrirlos. Fengmian declaró como punto final que su regalo era el segundo mejor después del de su esposa, Yu se reía de su frágil hijo y Zixuan le decía a los empleados, que había disfrazado de fotógrafos, captaran todos los ángulos junto a sus dos mini estatuas de pavo, una mas pequeña que la otra.

Este solo fue uno más de los traumas porvocados por el tío desconocido que lo marcarían de por vida.

Desde esa noche los carpinteros ya no recibieron paga por abrir paquetes, si no por enseñarle al mimado de Jin Rulan sobre carpintería, así mismo fue con cerrajeros, mecánicos y todo trabajador en el que Jin Ling encontró habilidades útiles para abrir sus paquetes, esos envolturas eran de diferentes materiales, por lo que tenía que estar preparado.

Así fue como le costó seis meses abrir el paquete más grande (tamaño elefante cortesía de Jiang Cheng tras informarle a su hermano lo muy capaz de su sobrino) que había recibido con la etiqueta "Destroza envoltura" en uno de su cumpleaños.

Para él, su tío era raro, incluso enviando grandes paquetes, a veces, el regalo era diminuto. Sin embargo, nunca se decepcionó, ya sea comida, ropa o extraños artilugios, todo le fascinaba.

Ciertas veces sudaba demasiado cuando costaba trabajo destrozar envolturas o al tener cuidado cuando "Rerarar envolturas intactas" y "acertijo" etiquetaban sus regalos pero al final quedaba satisfecho.

Esta fue la forma extraña de involucrarse en la educación del hijo de su hermana.

Jin Ling era un niño afortunado y con sus casi doce años lo sabía bien. Venía de la unión de dos acomodadas familias y de ellas lo más importante que tenía era todo el amor sincero que a veces ignoraba la gente rica. Él era el mimado Jin en LanLing y el mimado Jiang en Yunmeng. Tenía una madre amorosa muy burlona, ​​un padre tan apuesto como él, una abuela malhumorada pero más burlona, ​​un abuelo complaciente pero justo, un tío amable sabelotodo, un tío malhumorado protector y un tío increíble.

Desde ese evento de fin de año en particular, comenzó a relacionarse más con los adultos, pues tenía que hablarles y negociar sus enseñanzas. Como el tío Cheng casi le arrebató algo por no encargarse de si mismo de sus asuntos, entonces no dejaría que otro hiciese lo que el mismo podía hacer.

Fue admirable ver a un niño acompañado por su tío, madre, padre, abuela, abuelo o guardia, hablar por sí mismo con el dueño del negocio de lo que necesitaba aprender. Poco aprendió sobre los pagos escuchando al adulto que le acompañaba para más tarde ser él mismo quien proponía cuanto le pagaría al maestro y en cuantas clases la enseñanza debería cumplirse.

No era un secreto e incluso trabajadores de otras ciudades lleganban a la mansión Jin y Jiang intentando sorprender con habilidades a un niño, a Jin Ling, para conseguir trabajo. Pues tenía la costumbre de que cuando quedara satisfecho con los maestros, lo contaba a su familia ya otras personas que llegaron a validar su opinión en la alta sociedad respecto a esos temas.

Fue tan famoso que el primer y último estafador del que se oyó hablar, llevó una sonrisa de oreja a oreja para ser despedido el mismo día sin paga, denunciado por Jiang Cheng y enojando a la gran familia. A este señor le fue tan mal, no solo terminó en la cárcel, sino que su rostro se publicó en todas las ciudades cercanas, también arruinando sus demás negocios sucios.

El caso de Jin Ling debe ser tratado con delicadeza, de lo contrario, terminarás igual. Para desconocimiento del mundo, fue el mismo niño quien acusó al estafador con las pruebas suficientes.

Así era la vida Rulan.

—Mis pasteles.—habló suavemente la muy enojada Yanli.

—Madre, dijiste que esperara por ti y me darías uno, yo no he tocado tus pasteles.

—Mis pasteles.—esta vez miró a Zixuan.

—Querida, tus pasteles estaban seguros en tu alcoba, yo pasé toda la mañana en la oficina, no puedes culparme.

—Mis pasteles.—se dirigió a Cheng.

—Jiejie, pactamos en dividirlo a la mitad ¿Por qué aguar mi negocio? ¡¿Me culpas de tu descuido?! ¡Estoy en pérdida también!

—A-li, podemos mandar a comprar más pasteles y...

—No madre, quiero mis pasteles, los envió A-Xian para mí.

—A-li, escucha a tu madre, todos tenemos ganas de comer pastel, compremos algunos y luego buscaremos al responsable.

—Mis ricos pasteles ¿Dónde están?— dijo mientras observaba a las dos filas que había hecho formar en el salón incluyendo a los empleados.

—Señora, los pasteles fueron entregados a sus manos, no los volví a ver.—dijo una criada.

—Señora, recién me entero de que el paquete contenía pasteles.—dijo el chófer.

—Yin.—llamó.

—Mi señora, he permanecido al lado del señorito todo el día.—dijo el guardia personal de Jin Ling.

—¡Puedo confirmarlo, madre! Hoy fui al comercio de la estatua danzante a conseguir hilos para tejer el desafío del tío Xian y lo lleve conmigo ¡Tanto él como yo estamos exentos de culpa! —dijo señalando a su guardia.

—Cuñada, creo... —Guangyao fue interrumpido.

—Entonces nadie tiene mis pasteles. —asintió para sí mismo —¡A correr!

—...

—Hija, no deberías ser tan cruel con... —Madam Yu fue interrumpida.

—Madre ¡He dicho a correr!

Los empleados al final de la fila abrieron la gran puerta de par en par. Todos a orden de la señora de la casa comenzaron a correr alrededor del patio central delantero de la mansión.

—A-Xian mandó treinta pasteles, correrán treinta minutos según mi reloj.

Explicó Yanli a través de un megáfono de aparición mágica mirando el inexistente reloj de su muñeca.

—¿Mis pasteles? —se giró hacia el empleado que le cubrió el sol con una sombrilla.

—Señora, el doctor me prohíbe el consumo de azúcares.— Ella se apresuró a complementario: —de niña enferma, ahora estoy curada, sin embargo debo cuidarme para no recaer.

—Ah —entonces miró a su izquierda.

—Señora, le he estado acompañando en los asuntos del Loto desde la mañana.

—Jiang Cheng trae semillas de loto en tu próxima visita. —sonó por el megáfono.

El estómago Jin Yanli empezó a desear su solicitud tras oír 'loto'.

—Oh escuchen, no me llamó A-Cheng, yo no debería estar aquí ¡También soy un afectado!

—Tío Cheng deberías confesar.

—Rulan ¿Qué quieres decir? —dijo el tío irritado.

—A-Cheng... tu hermana —Fenmiang fue interrumpido.

—¿Dices que los robe? Yo te enseñé, si yo robó tú robas, entonces ¿los robaste?

—¡No tío, yo no! —se defendió Jin Ling.

—¿Quién vio a alguien cerca de la alcoba de la señora? —dijo Guagyao también sintiéndose agraviado. Sus músculos dolían. 

—¿Quién se atrevería a robarle a la señora? —instó Cheng.

—¿Podría la señora haberlos comido sin darse cuenta? —preguntó Yu.

—Imposible, la señora me prometió la mitad. —recordó Cheng— ella nunca mente.

—¿Hay algún nuevo empleado? —habló Yin el guardia.

—No creo que se atrevan a cometer una falta el primer día de trabajo.

—¡Ahhhhh! hasta que el ladrón confiese, todos somos culpables.

—Rulan, no te quejes— chistó Cheng.

—¿Jiang Wanyin no es lo suficientemente capaz de encontrar al ladrón? —habló Jin Ling irritado.

Su tío Cheng le llamó a Rulan cuando le enseñó o retaba, dadas las circunstancias ¡Le estaba acusando! Él también empezaría a ser cortez.

—Rulán...

—Si no confiesas, todos correrán hasta que A-Xian envíe otros pasteles.—sonó del megáfono.

—¡Madre, eso es inaceptable! —Abogó Ling— ¡El tío Xian no envía lo mismo dos veces seguidas. Si hace lo que pide moriremos antes de que suceda!

—Jin Ling —llamó a través del megáfono.

—Sin ninguno de tus guardias o los tíos o los abuelos o yo o.. madre quedará hasta viuda!

—¡Jin Ling!— esos y otros diez llamados de atención sonaron al unísono.

—¡Eso es! ¡Madre ya sé... —fue interrumpido.

—No robar los pasteles de Jiang Yanli.—sonó por el megáfono.