Animago

Los años pasaron en un abrir y cerrar de ojos, finalmente llegó su carta de Hogwarts. Conocerá a muchos niños magos e intentará hacer amigos. Anteriormente no había querido hacer fiestas de cumpleaños para no invitar a nadie, quería pasar los últimos años antes de ir a la escuela, con sus padres y tío, a lo que su familia aceptó también cambiando su trabajo a casa y negándose a participar en más banquetes hasta que Eileen comenzara su año escolar, lo que no fue difícil de aceptar porque ninguno disfrutaba mucho de esas reuniones dónde solo iban a presumir personas con la retrógrada ideología de los sangre pura. Pasaron los años siguientes conviviendo en familia e incluso viajando en vacaciones a diferentes sitios que Eileen elegía al azar moviendo un globo terráqueo, idea de Lua. Después de pasar tanto tiempo juntos, todos en la mansión, incluyendo los elfos domésticos, se habían acostumbrado a la doble personalidad de la niña, en un momento es tímida y callada y al siguiente extrovertida y bulliciosa. Hoy se preparaban para ir juntos al Callejón Diagon. A pesar de haber estado dentro del mundo mágico durante unos años, ésta iba a ser la primera vez que Eileen iba allí, antes cuando necesitaba algo, solo enviaba a un elfo doméstico o su madre lo traía en sus varias salidas de compras. Ella era diseñadora de ropa y lo que más disfrutaba era vestirla con ropa de princesa muy exagerada y al mismo tiempo infantil. Y su padre... Eileen nunca supo cuál es el trabajo de su padre. Su tío era un auror pero se retiró cuando la guerra contra Voldemort finalizó y ahora forma parte del Wizengamot, por lo que muchas veces no puede verlo.

Al salir de la chimenea en el Caldero Chorreante en Londres, Eileen se sintió un poco mareada al ser su primera vez viajando con Polvos Flu. Detrás de ella venía su madre quien le limpió el polvo que quedaba en su mejilla.

-"Eileen, finalmente llegas, creímos que no vendrías" dos voces que sonaban como ecos se escucharon detrás de ella, al voltearse vió a los gemelos que se acercaban. A pesar de no haberlos visto en estos años, no había perdido contacto con los Weasley, sobre todo con los gemelos Fred y George frente a ella, a menudo se escriben cartas ya que los tres tienen la misma edad. Dejando eso a un lado, Eileen debe admitir que Bill, el mayor de los Weasley era demasiado guapo y no podía dejar de sonrojarse cuando estaba cerca, y no es que lo mirara de forma romántica, solo la ponía nerviosa quien sabe porqué; culpa a Lua por esto.

Después del saludo, ambas familias avanzaron hacia la pared donde los lleva al Callejón Diagon, y comenzaron la compra loca de sus útiles escolares. Eileen no necesitaba comprar una varita ya que su padre le había dado una en su cumpleaños número 11, dijo que fue la varita que su mismo ancestro, Salazar Slytherin, utilizó. Se ha pasado de generación en generación pero no importa quién sea de la familia, no han logrado despertarla. Su padre dijo que el probar despertar la varita en su 11vo cumpleaños se convirtió en una tradición familiar desde entonces y quería ver si su hija tendría el honor de ser elegida como su nueva ama. No tenía muchas espectativas pero lo asombró más allá de las palabras al ver el halo dorado que se encendió en cuanto su hija la sostuvo en su mano izquierda y siseó en Parcel "despierta de tu sueño". Viendo a su hija despertarla con tanta facilidad se sintió un poco tonto, si su padre supiera que la varita por fin sigue a su descendiente, quizás volvería a morir de la felicidad.

Volviendo al Callejón Diagon, las dos familias decidieron cenar juntas en el Caldero Chorreante al terminar las compras.

Luego de la comida, se despidió de los gemelos después de asegurarles que irían juntos en el tren.

Ya de regreso en casa Eileen corrió a su habitación con sus cosas y comenzó a organizarlas, se sentía un poco nerviosa y tenía miedo de no encajar, ¿Qué pasa si no logra aprobar el examen de admisión y no puede ir a ninguna de las cuatro casas? Lua la consoló y la mandó a dormir, su preocupación era innecesaria, tenía otra cosa por la que preocuparse en este momento; aún tenían casi un mes antes de irse a Hogwarts, y habían decidido transformarse en animago antes de ir. Su línea de sangre podía ayudarla por lo que no era tan difícil como para otros magos, el animago de su padre era un gato blanco y peludo y él también las apoyaba a hacerlo y las guiaba en lo que restaba del tiempo. La forma de transformarse en animago que su padre les enseñó, era diferente a la que se mostraba en los libros que habían leído; incluso el ritual era mucho más simple no necesitando tanto tiempo de preparación.

Solo en la noche del 31 de agosto tuvieron éxito. Eileen se tocaba el pecho con la varita y trataba de pensar en un animal cuando su cuerpo comenzó a encogerse y deformarse hasta finalmente convertiste en un esponjoso y pequeño conejo blanco, su familia comenzó a festejar su éxito cuando a Lua se le ocurrió tomar el control del cuerpo y una nube negra comenzó a rodear al conejo, volvió a deformarse y apareció una mariposa negra en el lugar donde antes estaba el conejo. El sonido del festejo se detuvo abruptamente, Eileen era un conejo blanco y Lua una mariposa negra. Dependiendo de quién estaba en el control era en qué se transformaba su animago. Todos estaban sorprendidos por el hecho de que podía tener dos animagos y comenzaron a discutir cuando Eileen volvió a su forma humana. -"Cariño, solo debes hacer pública una forma, tienes que decidir cuál" dijo seriamente su padre. La niña se veía dudosa -"¿Cuál es el problema?" preguntó.

-"El tener dos animagos en una persona no es normal cariño, no queremos que sobresalgas mucho atrayendo atención indeseada, podría ponerte en peligro" respondió Maureen. Cassius se veía preocupado.

Eileen se mantuvo en silencio unos segundos, parecía tener un debate mental con Lua y terminó accediendo -"Mi animago público será el conejo, el ser una mariposa será secreto entre nosotros, así será más fácil ocultarme y pasar desapercibida" sonrió astutamente Lua a lo que los tres adultos sintieron dolor de cabeza.

-"Lua no rompas muchas reglas ¿Está bien?" suspiró su padre.

-"No prometo nada papá" y huyó corriendo hacia su habitación, había descubierto una anormalidad en su espacio del alma cuando se transformaron.

Al cerrar la puerta, se sentó en un sillón junto a la ventana y preguntó -"¿También lo sentiste, verdad?"

Eileen responde -"Si... ¿Intentamos transformamos de nuevo?"

Al instante una mariposa volaba sobre el sillón y ambas dieron un grito mental al ver un cuerpo dormido sobre el césped, era Eileen y detrás de ella apareció una pequeña casa de madera junto a un estanque. Sobresaltada volvió a ser humana y el jaleo despertó a Anke que se encontraba como un brazalete en su muñeca derecha -"¿Qué ocurre?" les preguntó con un tono de acabar de despertarse.

-"Anke! Cuando nos transformamos en animago nuestro cuerpo humano aparece en nuestro espacio mental. No tiene sentido, no podemos poner cosas físicas allí, ¿O si? Y... También había una casa y un estanque, y ninguna de las dos lo imaginó, tampoco podemos deshacerla"

La serpiente se despertó por completo y murmuró -"..avanzaron tan rápido.."

-"¿Qué dijiste?" preguntaron las dos, aunque ella solo podía escuchar a una.

-"Quiero decir que esto es normal, al llegar a cierto nivel en tu cultivo del alma, puedes crear un espacio donde guardar objetos. Mientras más alto es tu nivel, mayor espacio tienes para guardar e incluso poder guardar seres vivos" -su tono se volvió serio- "Parece que necesito aumentar su entrenamiento, avanzan más rápido de lo esperado, aún no les he explicado los niveles en su cultivo, y no puedo hacerlo hasta que suban su nivel. Ahora se encuentran en el primer nivel de diez en la etapa de la tierra. Siendo así la primera etapa de la tierra, segunda la del cuerpo y tercera la celestial.

Cuando lleguen al pico de la etapa celestial ya no tendré nada que enseñarles... Intenta llevarme a tu espacio, dijiste que tu cuerpo se envía allí cuando te transformas en animal, lo que significa que puedes tener seres vivos allí, lo que es extraño porque solo puedes hacerlo al llegar a la quinta etapa del cuerpo"