Al llegar a la sala, intenté subirme a un sillón para sentarme, pero fracasé en el intento. Sigo siendo muy pequeña y si a esto le agregas el grado de desnutrición que tengo, mi cuerpo es aún más pequeño de lo normal. Miré a mí al rededor en busca de algo que pueda ayudarme y antes de que pensara en algo, mi cuerpo se volvió liviano y mis pies se alejaron del suelo. Para cuando reaccioné ya estaba sentada sobre el cómodo sofá.
Con una expresión confundida miré a las personas que me rodeaban y encontré al mayordomo que me atendió la puerta primero, me estaba sonriendo.
-"Lo siento señorita, parecía necesitar ayuda. Perdone mi descortesía" sonrió.
-"¡Ah! está bien..." Él me ayudó...
-"Entonces... ¿June? ¿Qué te trae por aquí? ¿Dónde estás viviendo ahora? ¿No se preocupará tu familia?" Cecilia interrumpió su pensamiento.
-"... ¿Familia?.. Señora Ryddle, he estado viviendo en un orfanato desde que nací... La razón por la que vine aquí es porque quería que me proporcionaran un lugar tranquilo para crecer..."
La mujer y mi padre se veían incómodos al escuchar mis palabras, y por supuesto, su hija no deseada de repente apareció en su puerta... Puedo entenderlo, pero de todas formas aún duele.
-"Claro, no es difi..."
-"No puedes vivir con nosotros, pero puedes quedarte en una casa que está a nombre de nuestra familia. No te preocupes, la casa está llena de sirvientes y no estarás sola, puedes ordenarles lo que necesites... Um.. Ahora estoy embarazada y no puedo tener problemas. No me culpas ¿Verdad, June?" nuevamente Cecilia interrumpió a mi padre.
-"Mientras la casa no esté derrumbándose a pedazos y pueda vivir cómodamente, y no tenga que luchar por la comida... Cualquier lugar está bien" le respondí con una sonrisa, esperando que no me envíe a algún sitio alejado de dios donde ni los pájaros cagan. Aunque éste señor y ésta señora odien admitirlo, soy la hija biológica de ese señor.
-"Por supuesto cariño ¿Cómo podríamos tratarte mal?" -puso una sonrisa que supongo ella imaginó que era amable, pero se veía un poco asquerosa, parecía haber hecho esa pausa para decir algo importante y continuó- "Pero ya sabes... Me casé con tu padre y no se vería bien en mi reputación si la gente de Little Hangleton supiera que tiene una hija con esa mujer" no pudo ocultar el desdén en su tono y estaba empezando a molestarme. Puede que sea porque ya está muerta, pero en mi corazón no puedo dejar que alguien hable mal de ella, sobretodo cuando es la primera persona que me habló medianamente amable, en ambas vidas.
-"¿Qué quiere decir, señora?" pregunté sin ocultar mi molestia.
-"Lo que quiero decir es que me gustaría que no comentaras a nadie sobre esto, incluso sería mejor si cambias tu apellido al de tu madre ¿No crees? Después de todo, tu abuelo materno ya está muerto y escuché que tu tío materno fue a una prisión. ¿Quién heredará el apellido de tu familia? Sería muy noble de tu parte hacerlo, cariño". Ésta mujer no se da cuenta de lo impactantes que fueron sus palabras para mi, o sí lo sabe pero lo hizo a propósito.
Entonces ¿Ese viejo ya murió?... Y mi tío en prisión... ¿Será Azkaban? ¿Qué hizo ésta vez? Tengo que ir a su casa y buscar el anillo con la piedra de la resurrección. Aunque no quiero usarla, no puedo dejar ese artefacto a la deriva y que caiga en manos peligrosas, no olvido que ésta reliquia es algo que Grindelwald busca, y con mi presencia, con el efecto mariposa, sería muy problemático si termina encontrándola.
Además es una reliquia heredada por mis ancestros.
Más importante en este momento, recuerdo las últimas palabras de mi madre... Parece que su preocupación fue innecesaria, su padre ya está muerto y su hermano no puede hacerme nada desde donde sea que esté, no importa si sabe de mi existencia. Entonces... ¿Estará bien si cambio mi apellido a Gaunt? Tengo que admitir que si me siento orgullosa de ser descendiente directa de Salazar Slytherin, y quiero ser arrogante por una vez en mi vida, ya no quiero seguir ocultándome en el barro y siendo la sombra de alguien más, viviendo como una rata como lo hice en mi primer vida. Todos deben saber mi nombre, en esta vida, definitivamente viviré bien.
Después de pensar en todo, le dirigí una sonrisa a mi padre -"¿Qué opina señor Ryddle? ¿También quiere lo mismo que su SEGUNDA esposa?" Al escucharme decir lo último, un rastro de disgusto apareció en el rostro guapo de mi estúpido padre y en el rostro de Cecilia pude ver su ira no disimulada. Sabía que le molestaría, por eso lo dije.
Ya podía notar que si me quedaba en ésta casa viviendo con ésta pareja, no tendría una vida tranquila, entonces es mejor seguir la idea de Cecilia. Por lo que tengo que ayudar a esta amable mujer para lograr su objetivo ¿No?.
-"Lo que quiere Cecilia es lo que yo quiero" respondió con decisión. Todo rastro de vacilación que hubo antes, desapareció y al terminar de hablar pude ver qué se sintió aliviado. Je.. ¿Realmente esperaba una familia de ésta persona? Jun Hua eres muy ingenua.
-"Está bien, también es mi idea usar el apellido de mi madre. Pero tendrán que ayudarme en ese papeleo, y buscar mis documentos en el orfanato. Cuando hagan todo esto y si cumples con tu responsabilidad como padre al darme un lugar para vivir, dinero y comida hasta mi mayoría de edad, no volveré a aparecer ante ustedes".
Ambos estaban sorprendidos, probablemente no esperaban que aceptara tan rápido y fuera tan fácil deshacerse de mi, quizás.
-"No te preocupes, cumpliré con mi parte" respondió el Sr.Tom.
-"Si cariño, pero tú también debes cumplir con la tuya. No debes volver aquí, ni llamar a mi esposo, padre. Mi hijo por nacer tiene que crecer en un ambiente tranquilo, no quiero que tenga problemas"
Ésta mujer es realmente molesta, es una pena que no soy el Voldemort real, no voy a matarla ni nada por el estilo. Después de todo, puedo entender su actitud si tengo en cuenta su personalidad original que leí en los libros, está siendo muy amable conmigo ahora.
-"No se preocupe, no volverán a verme"
-"Me alegro. John lleva a June a la habitación de invitados por favor" dijo Cecilia.
-"Señorita, sígame" el mayordomo se adelantó.
Al llegar al pasillo alcancé a escuchar la exclamación Cecilia:
-"¡Dios mío Tom! Esa niña es aterradora, ¿No estará poseída por un demonio? ¿Cómo puede hablar como un adulto?... ¡Nuestro hijo no puede verla!"