Capítulo [10]

-"Yo soy...haaa" -me di cuenta de que no puedo decir toda la verdad sobre mi renacimiento- "...Profesor, supe que mi madre, una squib de la familia Gaunt, alimentó a mi padre biológico muggle, con una poción de amor, se casó con él y se escapó hasta que quedó embarazada de mí y ya no siguió alimentándolo con la poción porque creía que después de tanto tiempo y teniendo ella a su hijo, él la amaría... Pero obviamente se equivocó, en cuanto fue cuerdo completamente, la abandonó a su suerte sin nada... Ella me dió a luz en un orfanato y murió después de ponerme mi nombre... Cuando cumplí 5 años me escapé del orfanato y fui a buscarlo.. Así es como ahora vivo aquí pero no tengo una buena relación con él e incluso sé con certeza que le molesta mi existencia.. Por eso no quiero que sepa nada sobre la magia..." -suspiré profundamente- "Entonces... ¿Cree que puede ayudarme con ésto?..".

-"Es una historia impresionante..." -acarició su barba- "Entonces no era casualidad tu apellido, después de todo sigues siendo descendiente de esa familia... Veo que realmente estás en problemas aquí".

-"Si..." suspiré con emociones complejas.

-"Normalmente no le diría ésto a mis estudiantes, no da un buen ejemplo... Pero soy un anciano... Mis estudiantes son más importantes que la llamada moralidad" -sonrió- "Puedo ayudarte con tu padre ahora, pero tendrás que resolver el resto tú cuando crezcas. Estoy seguro de que podrás hacerlo" -acarició mi cabeza- "¿Irás conmigo a ver a tu padre o prefieres no verlo?".

-"¿P-puedo esperar aquí?" realmente no quería verlo, aunque ya no me pone triste ver su rostro, si me resulta demasiado molesta su familia. A veces es muy difícil controlar mi deseo por golpear sus estúpidos rostros snob, incluso ese hermano pequeño es molesto.

-"Volveré mañana señorita Gaunt" solo ahora acabo de notar que Dumbledore nunca quitó su amable sonrisa de su cara. ¡Por Merlín! ¿No es agotador sonreír todo el tiempo?

-"Gracias profesor Dumbledore" sonreí agradecida.

En cuanto el anciano se fue, corrí a la casa de al lado. Tenía que ver si mis queridos amigos también tenían sus cartas.

Walby y Alfy estaban tan emocionados saltando de un lado a otro, ésto corrompió la imagen sería y noble que tenía de Walby por completo...

Luego de una hora de juegos, de regreso en mi habitación fue una larga noche sin sueño. No pude dormir por la emoción ¿Tal vez mañana tendré mi nueva varita? ¿Será la misma que en el canon? Estoy ansiosa por esta nueva etapa en mi vida.

Pronto me quedé dormida y el raro rayo de sol entrando por la ventana, me despertó. Cambié mi camisón y me puse jeans y un largo suéter blanco, y en mis pies botas marrones.

Es genial crecer, ahora puedo usar toda mi ropa moderna guardada en mi espacio.

Siendo Jun Hua, siempre había querido peinarme con dos colas de caballo, pero nunca lo había hecho por timidez ¿Se verá infantil? Cuando llegué a éste mundo ignoré toda vergüenza y siempre peiné mi cabello de esa forma, ahora se ha convertido en mi marca, según Walby.

Pero hoy será un evento tan importante como tener mi varita, decidí dejarlo suelto ésta vez. Mirando el largo y lacio cabello negro que ya pasaba mi cintura con creces, suspiré. A veces quería cortarlo hasta mis orejas, pero me detenía porque si lo hacía no podría usar mi peinado favorito. Eso y descubrí que quizás nací con la maldición del mismísimo Harry Potter, no importa cuántas veces lo corté, al siguiente segundo vuelve a crecer, incluso crece más de lo que estaba originalmente, como si mi cabello estuviera burlándose de mi...

Bajé la escaleras y caminé hacia la cocina para hacerme el desayuno. Ayer les dije a Mafalda y Dorothea que no era necesario que vinieran hoy.

Mientras lavaba los platos que usé, sonó el timbre, me quite los guantes de goma y corrí a abrir con una sonrisa de oreja a oreja.

-"Buenos días profesor Dumbledore, vino temprano hoy".

-"Buenos días señorita Gaunt" abrí la puerta de par en par para darle paso y lo guié hacia la sala.

-"Profesor ¿Gusta jugo de limón o té?"

-"Ah! Jugo de limón por favor!.. Señorita Gaunt me complace decirle que se logró su objetivo, su padre cree que irá a un internado en Francia y aquí está el dinero que necesitará éste año para hacer sus compras de Hogwarts" sacó de su túnica una caja de la que supuse que tendría varios billetes dentro.

-"Realmente muchas gracias profesor, no tiene idea de lo agradecida que me siento" el sonrió con su característica sonrisa.

-"Ahora eres mi estudiante, seré tu profesor de Transfiguración. Cuando estés lista iremos al Callejón Diagon, para hacer tus compras...".

-"¡Estoy lista!... cof cof..." me ahogué con mi saliva, acabo de darme cuenta de que he interrumpido muchas veces a Dumbledore, he sido muy descortés con él, espero no me odie por esto. Notó mi nerviosismo y volvió a sonreír.

-"Entonces vamos, tal vez no te guste mucho éste método de viaje. Todos lo odiamos la primera vez... Sostén mi mano".

Observé su mano extendida y las imágenes de la escena en la que Harry se apareció por primera vez vinieron a mi mente. Probablemente sí lo odie, espero no vomitar; tengo que cuidar mi imagen frente a mi ídolo...

Toqué su mano con emociones complejas y la sensación de cómo mi cuerpo se estiraba como un chicle y pasaba por un pequeño tubo me invadió. Por Merlín! Fue peor de lo que imaginaba. Frente a una tienda en el Callejón Diagon caí de rodillas y respiré grandes bocanadas de aire para calmar mis náuseas.

-"Bastante fuerte, tienes la mejor reacción

que he visto en algunos años..".

-Haaa.. g-gra.. haaa... gracias profesor...".

Me puse de pie con mi tez pálida y observé la tienda frente a mí. El letrero gigante: "Madame Malkin, túnicas para todas las ocasiones" parece que nuestra primera parada es para comprar mi bata.

¡No! ¿No deberíamos ir primero a Gringotts para cambiar libras por galeones? Haaa...