Le entrega el contrato y se sienta a esperar terminar la llamada en la que está.
Josué – ¿Lo revisaste?
Ishtar – Si, hay cláusulas que no nos convienen, nos ponen en una situación peligrosa y a la firma.
Josué – Podemos proponer la modificación de las mismas
Ishtar – Bueno, aquí están, –le tiende el folder– los post its tienen las anotaciones de riesgo y sugerencias
Josué –Lo revisó y comentó con ellos. ¿Algo más?
Ishtar – Vega, de la constructora; no aviso que se murió el ingeniero que se cayó, le dio dinero a la esposa y ahora amenaza con demandar.
Josué – ¿Cuándo te enteraste?
Ishtar –Ahorita, por teléfono. –Se queda meditando unos momentos. –
Josué – Habrá que esperar, tal vez no haga nada
Ishtar –eso le dije; esperemos que no, pero… no estoy segura. –Levantándose para salir. –
Josué –Hay que ir a calmar al señor.
Ishtar –Programare cita con él, ¿te harías cargo de las audiencias?
Josué – ¿Cuándo?
Ishtar – el miércoles que viene
Josué –Es mucho tiempo… hará alguna imprudencia.
Ishtar – Esta semana no puedo ¿quieres ir tú?
Josué –No, tengo también agenda llena ¿Por qué no vas pasado mañana?
Ishtar –Acompañaré a Sandro a la lectura de sentencia. ¿Mañana?
Josué – Mañana no puedo
Ishtar – Vamos juntos el fin de semana
Josué –No, vete tú, el lunes; atenderé tus asuntos.
Ishtar – ¿seguro? Tengo desahogo de pruebas de cinco expedientes diferentes. Todo el día.
Josué ríe – eso no es nuevo para mí, no te preocupes; sí no, las difiero o… -hace un gesto macabro e Ishtar entiende la maldad que podría hacer. –tu descuida
Ishtar con un gesto preocupado le dice –Bien, intentare diferirlas desde esta semana; te aviso, bye.
TECNO-IUS (firma de Sandro y Pablo)
Sandro sumergido desde hace largo rato en la computadora, con varias páginas de internet abiertas, buscando jurisprudencias para armar un amparo importante; otras para encontrar un regalo para Ishtar, otras más de cosas inútiles. Entra Pablo en el privado de Sandro.
Pablo – ¿Qué haces?
Sandro – Trabajo
Pablo – ¿tu? Te sientes bien –con un tono socarrón. –
Sandro, le lanza una mirada furiosa– Alguien debe trabajar en esta oficina
Pablo – Y evidentemente ese no eres tú –ríe. –
Sandro – ¿para qué están los pasantes entonces?
Pablo – para hacernos competencia al crear sus propias firmas –en un tono más insidioso que burlón. –
Sandro – ¿no es el punto de los pasantes?
Pablo – No todos, solo unos cuantos logran hacer algo distintivo, y solo una firma ha logrado ganarnos regionalmente una corporación con más de siete filiales; el grupo MERT MEXICO
Sandro, deja la atención del computador para mirar incrédulo a Pablo– ¿qué?
Pablo –Si, aparentemente tienen tres meses a prueba; pero ya les ofrecieron el contrato por cinco años; un cuantioso adelanto y un riesgoso contrato de confidencialidad.
Sandro – ¿Estamos hablando de Ishtar?
Pablo – de la firma ISHMAR
Sandro –Es lo mismo
Pablo – Técnicamente, no
Sandro – ¡Pff! Estaba pensando que regalarle…
Pablo – ¿qué? Hablamos de trabajo –se pone a dar vueltas por la oficina– no sé cómo consiguieron la empresa…
Sandro – Tal vez porque han estado trabajando en contacto con empresas de la capital, las recomendaciones son eficaces.
Pablo – Puede ser. Habrá que buscar nuevos clientes, tenemos que mantener el poder económico y la presencia.
Sandro –Es la primera vez que te veo preocupado por que otra firma tenga la totalidad de una empresa así.
Pablo – Es la totalidad del grupo, todas las filiales a nivel regional; es demasiado trabajo para una sola firma. No es un jurídico en materia laboral o mercantil…
Sandro –Ya te entendí, pero fuiste su mentor
Pablo –No del todo, y aun así.
Sandro –Te preocupas demasiado; con esa empresa necesitara más gente o no podrá atender los demás clientes que tienen –Pablo le alza las cejas– no puedes robar clientes.
Pablo –No pretendo eso
Sandro – ¿Fusionarte?
Pablo – Sería buena opción
Sandro –Por eso buscaremos clientes, para estar en una posición de poder a la par y proponer una fusión conveniente. –Señalándolo con el índice– muy listo, dudo que acepten –dice en seco. –
Pablo –Los conoces bien, tú los convencerás
Sandro –No, si quieres eso, lo harás tú. La lectura de la sentencia por la guarda y custodia de mis hijos es pasado mañana a medio día; puedes ir y tentar terreno.
Pablo – Bien; ahí estaré. –A punto de salir– Y regalo, unas arracadas o un brazalete de oro blanco la harán feliz. –Sandro sorprendido, asiente–
Pablo quien es demasiado observador, todo un psicólogo practicante experto en su profesión. Analizo y observo las veces necesarias a Ishtar, lo suficiente para haberla admitido al instante, a los dos meses tenerla por colega y no pasante; y haberla retenido el tiempo suficiente para explotar sus capacidades, aumentar sus conocimientos y crear un vínculo como amigos, no tan estrecho como el que se creó con Sandro; pero lo suficiente para apreciarla y conocerla. Un hombre blanco, de ojos verdes, estatura promedio, apasionada de las artes marciales, aguerrido, analítico y creativo.