me quiero emborrachar...

Ishtar, suspira y mira al cielo, gritando un poco y dando vueltas, antes de entrar a cambiarse – camioneta se queda. Me quiero alcoholizar; ¡vamos de cacería!

Se van de fiesta, sin encontrar, ningún chico lindo que les atraiga; nada más que para bailar un poco, Ishtar que aunque decía "cacería", ha rechazado a la mayoría de los tipos que se le acercan, solo ha bailado con un par de ellos, simplemente no deja de pensar en Sandro; Hannah, anda bailando con uno y otro; Adriana ya se está besuqueando en una mesa escondida con un tipo; Erika, coquetea con otro chico, aparentemente extranjero, bailan y charlan, tranquilos sin prisas. Melanie solo ha ido a bailar un poco, regresa para no dejar sola a Ishtar y la ha convencido de que salgan a bailar las dos a la pista; no queriendo mucho, Ishtar la sigue.

Terminan sus vacaciones, y regresan a su cruel realidad, algo bronceadas, más relajadas, más unidas, felices tanto como pueden. Regresan a la triste, cruda y cruel realidad, que a cada una le atormenta.

Pasan los días y el evento de caridad se acerca. Ishtar está segura que ira sola. Esta idea la deprime, pero siempre se ha obligado a no mostrar sus malos ratos a la gente; por lo que se aguanta y mantiene la cabeza en alto, con frialdad y arrogancia, evita a toda costa hablar de Sandro y más de lo ocurrido.

Va de compras con Hannah, Dakota y Astrid; para conseguir los vestidos de noche perfectos para la ocasión. Josué, ha insistido en que fueran juntas, para animar un poco a Ishtar. Prácticamente obligo a Ishtar a ir, diciéndole que ella como socia debe pagarlos con la tarjeta de la empresa.

PLAZA

Astrid emocionada señala una elegante y grande tienda, con muchos vestidos de noche en los aparadores – ¡vamos a esa tienda! Se ven bonitos los vestidos

Hannah, contagiada por la emoción exclama – ¡ay sí! Vamos

Caminan hacia la tienda, entran y buscan vestidos. Ishtar aun sin mucho humor, ni siquiera ha decidido el color del vestido o el estilo. Solo se pasea viendo los vestidos.

Dakota, que no le emociona mucho la idea de andar buscando y probándose vestidos, echa un vistazo y encuentra algunos que le gusten – ¿qué opinan? ¿Negro o uva? –dice enseñándoles dos vestidos que ha elegido, con un estilo rockero sin perder elegancia.

Astrid –pruébatelos y depende de cómo te veas, decidimos

Ishtar –Si. Sí no se los veo puestos y doy mi aprobación, no los pago

Dakota con mueca de desgano se resigna y dice –bien, voy –caminando hacia los probadores

Hannah protesta – ¡Ash! ¡Que exigente! Bueno díganme ¿rojo o verde turquesa?

Astrid –el rojo te sienta bien; yo me probare estos dos –señalando un par de vestidos de noche, bastante elegantes pero con un diseño de bordado artesanal Mexicano.- ¡me encantaron!

Ish – ¡están hermosos! Anda ve; ya te los quiero ver

La chica que las atiende emocionada, les ayuda. Le ofrece a Ishtar algo de beber, en lo que las otras chicas se prueban los vestidos

Chica – ¿y usted? –Ishtar la mira con ceño fruncido, cuestionándola. – ¿no quiere que le ayude a buscar algún vestido, para usted? O no le ha agradado nada

Ish haciendo su máximo esfuerzo por no ser tan arrogante – no he visto nada que me atraiga. –la chica hace un gesto abatido, como sí eso no le ayudara a cumplir con su propósito; Ish suspira, y haciendo un esfuerzo por no mermar sus buenas intenciones y esfuerzo de cumplir su trabajo, resuelve – no sé, ¿Cuáles son los vestidos más soberbios que tienes?

Chica repite pensando – ¿soberbio? Tengo uno verde esmeralda, que haría hermoso juego con su brazalete –señalando el brazalete que le regalo Sandro, lo cual entristece a Ish.– y con cualquier collar o aretes grandes y largos que lucirá muy bien en usted, tiene un delgado y largo cuello que se le vera hermoso. –Puntualiza emocionada.- oh también tengo uno en color vino con hilos dorados, que dibujan enormes flores, algo sencillo pero muy elegante. –Ish sonríe ante el entusiasmo de la chica; pensando que esa chica sería más feliz de ir a ese evento, que todo ella. – Voy por ellos –se va y detiene su carrera a unos pasos. – perdón ¿Qué talla?

Ish ríe un poco –Mediana, y trae zapatillas doradas a juego, del cinco

Chica –entendido

Sale Dakota modelando el vestido negro; se da vuelta se mira en los espejos, sonríe como si fuera modelo – ¿Qué tal? –Hannah y Astrid se asoman, para ver.

Ish –me agrada, pero, de por si eres pálida, te vez mas así. Mmm pruébate él otro y te digo

Hannah – se le ve bien –dice mientras salé. –y ¿este a mí?

Ish – ¡modela! –Hannah se da vueltas, igual modelando el vestido rojo, pegado. – me agrada, se te ve bien, pero ¿sí podrás caminar? Digo ¿no te causa problemas?

Hannah camina un poco de un lado a otro – no pretendo correr

Ish –pruébate el otro, para no dejar. Pero ese me agrada; Andrés se morirá. –ríe un poco, quedándose aliviada que Hannah, no ha escuchado lo último

Astrid, salé con el vestido corte sirena – ¡wow! Hannah, se te ve precioso. Llévate ese

Ish – ese vestido a ti se te ve genial, pero… -hace una mueca de que algo no le agrada.- te queda grande del busto… o ¿no subiste el cierre?

Astrid –el cierre

Ish se acerca para ayudarla –a ver te ayudo –se vuelve a alejar, para verla bien- date vuelta, y ¿qué tal el caminar con eso?

Astrid –bien

Ish, sorprendida por ver el inicio de una flor que se dibuja en el lado izquierdo de la espalda de Astrid – ¿ese es un tatuaje?

Astrid se ve la espalda en el espejo– si ¿no lo habías visto?

Ish –no, ¿ya lo tenías en la…?

Astrid –sí, tiene mucho

Ish sorprendida – ¡qué bien! Pero… o buscas uno que lo cubra o que lo luzcas entero

Astrid –me probare el otro

Ish –Ok

Llega la chica con la ropa para Ish, ella voltea a ver los vestidos, y tal como dijo son lindos, un poco a su estilo, deberá probárselos para asegurarse; pero por mas no tiene mucho ánimo, sin embargo sabe que no tiene opción ni remedio. Pero espera a que primero elijan ellas.

Salé Dakota con el vestido color uva, le modela a Ish; que piensa que tanto ese como el otro color la hacen ver pálida, pero son sus gustos y por mas no escogerá otro color. Sin embargo como hermana mayor que aun la ve como su pequeña hermanita; quiere lo mejor para ella… y dadas las opciones, elige color uva, de corte princesa, clásico, corto hasta la rodilla, para su hermana y le dice – pues te ves igual pálida, pequeña; pero este se te ve mucho mejor. Marca tu figura, de manera muy elegante y sutil.

Dakota sonríe y se mira en los espejos –sí, me gusto más este, y es más cómodo. Además la tela esta suave, la del otro es más tiesa.

Ish –bueno, nos llevamos ese. Seguro que le adaptaras a juego accesorios que lo hagan ver más rockero –Su hermana solo sonríe, con mirada traviesa

Salé Hannah con su vestido verde, que tiene un diseño romano, muy suelto – mira, pero creo que este… no me sienta muy bien, no me agrada mucho como se me ve el busto.

Ish la observa, y le hace seña que se dé vuelta; Dakota la observa igual y niega con la cabeza – el rojo se te veía mucho mejor.

Astrid, sale y le dice –en definitiva el rojo

Dakota – ¡Wow! Que padre vestido; haber da vuelta

Ish –ese está más lindo, corto adelante, largo de atrás, típico, elegante, te horma mejor la figura. ¡Me gusta! ¿A ti?

Hannah –se ve muy elegante y te queda muy bien.

Astrid – ¿sí? no se… ¿no es muy llamativo?

Ish ríe –llamativo el rojo, pero ¡¿eso qué?! Las mujeres somos llamativas ¿no?

Astrid –bueno, entonces que sea este.

Hannah le dice a Ish – ¿y tú nena?

Ish levanta las manos en señal de rendimiento – ¡ya voy! Ya voy