Capítulo 21: Si es el Karma, y es mi familia

Alepoú seguía asintiendo mientras el joven llamado Tristán le sonreía con esa dulzura y tranquilidad que parecía ser imperturbable, pero algo dentro de mi decía que ese chico pelirrojo sabía que esa situación no la podían mantener bajo control.

— Alepoú, iremos a esa ceremonia y regresaremos sanos y salvos—.mencionó Tristán sin dejar notar alguna pizca de duda en su voz y semblante.

El otro joven de igual similitud a Tristán se metió en la charla y con la misma seguridad habló.— No te preocupes, no dejaré que mi hermano menor vaya primero ni que lo elija esa chica. Al final de cuentas... es solo una, así que solo irá uno de nosotros dos.

— ¿No la dejarán elegir?—. preguntó con una ligera preocupación Renard que se unió a la conversación de los tres presentes.

—Depende, solo esperemos que esa vieja bruja no meta otra vez su cuchara en las decisiones de esa chica—. respondió Trevort con una ligera irritación en su voz, realmente parecía intentar mantenerse sereno pero al parecer la simple idea de esas personas le hacían derrumbar esa tranquilidad que reflejaba

Tristán con esa tranquilidad que reflejaba le toco el hombro a su hermano gemelo y con intenciones de mantener la esperanza de un futuro cambio, le dijo:— Hermano, no seas grosero, esa chica solo está siendo manipulada. Tal vez cuando la ceremonia termine pueda liberarse de esa familia tan mala—. una ligera sonrisa apareció en su rostro mientras mantenía su mano sobre el hombro de su hermano que solo soltó un suspiro largo y negó en silencio.

Verlos y apreciar cada movimiento, palabra y actitud... me percaté de que esos gemelos tanto como sus marionetas tenían diferencias. Eran la tranquilidad y la ira, la astucia y la bondad pero... ¿por qué la tranquilidad estaba con la astucia y la ira con la bondad?. Bueno, al parecer mi acompañante de cabellos azules leyó mis pensamientos ya que a los pocos segundos de haber formulado esa duda en mi mente, este mismo me respondió.

— Tienen que complementar sus debilidades. Su madre lo vio mejor ya que si daba a ira la astucia... la venganza sin piedad a base de planes bien hechos sería un caos, fermenta al mal—. con una mirada perdida en aquellos jóvenes siguió su explicación Argenis.— y si a tranquilidad le ubiesen dado a bondad... no pasa nada malo, pero bondad nunca se lanzaría a enfrentar a los retos desconocidos.

— Entonces.... ¿Trevort tiene a Renard para mantenerlo a raya y Tristan tiene a Alepoú para no quedarse de brazos cruzados ante la injusticia?—. pregunté para tratar de aclarar esa duda que parecía más la realidad de la situación, si que la familia de esos chicos sabía como tapar las desventajas para convertirlas en un balance con las ventajas que tenían cada uno.

— Así es... y por eso, se le dio a Alepoú—. agregó Argenis, cosa que no entendí. ¿Por qué?. porque era imposible que ese zorro estuviera a mi lado ya que era del joven Tristán.

Quise refutar ente aquella mencion que hizo Argenis respecto a que ese zorro me acompañaba, pero no pude, algo en mi reaccionó y hablé al respecto.— ¿Dices que me faltaba valor para seguir?

Argenis solo asintió ante mi pregunta y en eso, un sentimiento de deja vú acompañado de imágenes algo no tan claras pasaron rápidamente por mi mente, había algo que no recordaba pero que mi corazón guardaba con recelo. Y eso era evidente ya que sentía que reconocía esa marioneta y parte de aquello que se me presentaba, todo me resultaba nuevo y familiar a la vez.

— Ya que sabes eso... ¿irás en contra de tu sangre?—. me preguntó Argenis que me dedicaba una mirada llena de seriedad y determinación.

Estuve por responderle, pero alguien me quitó las palabras de la boca y respondió:— Sí, yo no me rendiré y les demostraré que los Fray no somos solo unos simples guardianes del limbo y libros. Somos una familia fuerte que puede pasar sin problema alguno de este mundo mundo otro—. habló Tristán con seguridad y tranquilidad en su semblante, aunque pareciera tener una mirada algo adormilada, parecía tener algo de fiereza muy dentro de él.— Y no temas hermano, si me eligen a mi... yo, Tristán Fray... no dejaré que se trague la oscuridad a otro miembro más de nuestra familia. Conmigo acabará la desgracia que ellos nos traen.

Ver aquella seguridad de Tristan al querer detener lo que decían "mujer malvada" o algo así, me sentí por unos momentos en sus zapatos. Claramente no entendía el por qué me sentía de esa manera, pero, quería ayudarlo a como diera lugar.

Me quise levantar para salir del escondite y hablar con ellos, pero Argenis me detuvo al tomar mi brazo con fuerza y dedicarme una mirada llena de seriedad no contenida. Había un destello de molestia en sus ojos pero en su semblante reflejaba una serenidad imperturbable. Era alguien del cual no se podría descifrar fácilmente lo que pensaba.

— No vayas, hagas lo que hagas... las cosas no cambiarán. Estamos dentro de un diario—. comentó con esa voz suave pero ronca que me hizo temblar.

— ¿Entonces como quieres que comprenda lo que sucede?—. pregunté sin rodeo alguno a la vez de en ocasiones dirigía mi mirada hacia ellos y la devolvía a Argenis con algo de curiosidad que pasaba en segundos a confusión.

— Porque se que desde hace mucho sospechabas de ellos. Porque de ahí viene su odio, y porque tu tampoco quieres tener nada que ver en eso—. me respondió aun manteniendo la tranquilidad pero... en sus ojos ahora se podía ver un pequeño destello de ira.

La ira contenida de Argenis, me hacia doler el pecho. ¿Acaso las marionetas o guardianes solo podían sentir un solo sentimiento y ya?.