Marcos condujo a Micaela a su casa y llamó a la puerta, que fue abierta por Adriana, llevaba un pijama sexy. Cuando vio que el visitante era Micaela, instantáneamente preguntó:
—Eres tú otra vez.
Después de decir eso, estaba a punto de cerrar la puerta, pero fue empujada por Marcos.
—¡Qué estás haciendo! —exclamó Adriana.
Marcos la ignoró y estaba a punto de llevar a Micaela entrar.
—¡Para! —Carlosapareció y cuando vio a Micaela en brazos de Marcos, sintió disgusto:
—¿Qué haces aquí? ¡Fuera!
—¡Ella es tu mujer! —Marcos gritó con ira.
Carlos lo miró y luego a Micaela, como si entendiera algo:
—¿Qué tal si la conviertes en tu esposa?
Marcos se soltó de Micaela y estaba a punto de darle una lección a Carlos, pero Micaela tiró de él hacia atrás:
—Marcos, sal primero...
—¡Eres tan estúpida! ¿Por qué llevas a un hombre a discutir durante la noche? —Adriana preguntó.
Micaela la ignoró, miró a Marcos y repitó:
—Sal primero...