Capítulo 17: Me merezco todo el castigo que pueda sufrir

Micaela estaba tan enfadada que su cuerpo temblaba y casi se desmaya. Sintió un dolor sordo en la cabeza.

Si no fuera porque Marcos la sujetaba por detrás, habría caído al suelo.

—Marcos, vamos —se dio la vuelta y dijo con indiferencia—. Puedes decir lo que quieras. ¡No puedo creer que amé a un hombre sin corazón durante tres años! Así que me merezco todo el castigo que pueda sufrir. Pero a partir de ahora, no estaré en tu presencia, ¿estás satisfecho?

Carlos sintió de repente triste.

Era él que había renunciado a ella, pero ahora no se atrevía a imaginar cómo sería su vida sin ella.

Se arrepintió un poco. Si no la hubiera obligado a firmar, no habría llegado a esta etapa con ella.

En el momento en que Micaela salió, Carlos entró en pánico:

—Micaela, ¡detente!

Sin embargo, ella siguió caminando como si no le hubiera oído.

Al ver que Micaela seguía sin detenerse, Carlos sintió mucho miedo, ordenando en voz alta: