Capítulo 27

Cristina se sintió inexplicablemente feliz al mirar a Gonzalo caminando hacia ella.

Dio un paso atrás cuando Gonzalo pasó por delante de ella.

Cuando Gonzalo la vio retroceder de nuevo, alargó la mano para hacerla retroceder:

—?Todavía retrocediendo?

Cristina bajó la vista tímidamente y dijo:

—Estoy caliente.

Marcos tomó un paraguas y lo mantuvo abierto y lo entregó a ellos.

Gonzalo le agarró la mu?eca con una mano y levantó el paraguas con la otra, con voz baja y fría: —Estás de acuerdo con el cambio, ?verdad?

Cristina sintió que si se atrevía a decir que sí, ?él definitivamente le aplastaría la mu?eca!

Cristina lo miró con una sonrisa:

—No, no puedo estar de acuerdo, eres tan guapo y rico que no aceptaré un cambio.

—?Está seguro? —Gonzalo no se lo creía.

—Sí —Cristina asintió con fuerza.

Gonzalo la miró directamente y preguntó:

—Entonces, ?quién soy yo para ti?

Cristina no sabía que podía decir...

Gonzalo entrecerró los ojos peligrosamente y dijo: