CAPITULO #2 FACTURAS DEL PASADO

Aiko estaba en el monitor de su computadora programando las actualizaciones para el software del Endoesqueleto de arata

Aiko: ok... Muy bien... Perfecto... Esto va viento en popa, supongo que tomaré un momento de recreo y al rato regreso para continuar con la actualización, (también espero que Arata le guste la sorpresita que tengo preparada para el cuando despierte)

Aiko sube hasta la sala de la casa y se sienta en el sofá, saca su celular y comienza a configurar todo a sus preferencias, y mientras todas las aplicaciones se instalan ella decidió encender la tele y ver el anime de domdidan en un servicio de streaming de paga

Aiko: huhh, esto... es... Raro... Jamás me había sentido así de relajada, siento mis extremides muy ligeras, y... este sofá... Lo siento mucho más cómodo que de costumbre, supongo que así es como se siente estar en un estado de super relajación o como se llame.

Dos horas después Aiko se levantó del sofá, se estiró y sintió como todos los huesos de su espalda comenzaron a tronar probocando que Aiko soltara un gran suspiro, acto seguido se dirigió al baño, se desvistió y se metió a su tina para darse un baño,

luego de cambiarse Aiko bajó al laboratorio, sus pasos resonando en el ascensor mostraban su inpasiencia por llegar, Cuando las puertas se abrieron, un nudo se formó en su estómago. El lugar estaba hecho un desastre, como si una tormenta hubiese pasado por allí. Los equipos desordenados, papeles revueltos… pero lo peor de todo, Arata ya no estaba en la cámara de gas. En su lugar, un solo papel estaba sobre la cama de metal, como si estuviera esperando que lo viera

Aiko Se acercó con cautela, sus dedos temblorosos al desplegarlo.

En la hoja, con una caligrafía elegante y oscura, se encontraba lo siguiente:

>En la sombra de tu hogar, una vida se desvanece,

la paz que buscas es una ilusión que perece.

Tus pasos tranquilos han sido observados,

y en tus sueños, ya somos demasiado cercanos,

El alma que buscas, la que has querido guardar,

se desvanecerá, y tus ojos, nunca más verá.

Para cada acción hay un eco en la eternidad,

y el silencio que sigues, guarda la verdad<

Aiko frunció el ceño, tratando de descifrar el mensaje. Su corazón latía más rápido, algo no estaba bien… Arata no estaba, y esa misteriosa amenaza le helaba la sangre

Aiko dejó el papel a un lado, sus manos aún temblando mientras su mente procesaba el mensaje enigmático. Se sentía completamente desbordada, como si cada palabra estuviera perforando su pecho con un dolor invisible. Miró alrededor del laboratorio, buscando algo, cualquier cosa que la ayudara a entender lo que estaba pasando, Pero no encontró más pistas, solo caos.

De repente, el sonido del teléfono móvil de Aiko cortó el silencio, haciendo que su corazón saltara en su pecho. Miró la pantalla: un número desconocido.

Aiko: ¿Quién... podría ser? (murmullo para sí misma)

la duda empañando sus pensamientos, entonces Descolgó el teléfono con mano temblorosa.

Aiko: ¿Hola?

su voz salió más rasposa de lo que esperaba, como si se hubiera quedado sin aliento, Una pausa inundó la habitación, Luego, una voz distorsionada respondió, sus palabras flotando en el aire como si estuviera hablando desde el fondo de un túnel.

???: Lo que buscas... ya no estará. Pero si sigues buscando, no será solo tu paz la que se rompa.

Aiko frunció el ceño, tratando de identificar la voz, pero era inconfundiblemente desconocida. Algo en la forma en que sonaba le helaba la sangre.

Aiko: ¿Qué significa eso? ¿Quién eres?

(preguntó, con un nudo en la garganta)

???: Solo sé que todo tiene su precio. Y tú... has comenzado a pagar el tuyo

La voz hizo una pausa, luego agregó con frialdad

???: Ya no hay vuelta atrás, Aiko. Nadie escapa de lo que ha sembrado.

El teléfono se cortó de repente, dejándola en un silencio absoluto. Aiko permaneció allí, con el teléfono en la mano, su corazón acelerado, las palabras resonando en su mente.

Aiko: "Nadie escapa de lo que ha sembrado." Pero Que rayos me quizo decir con eso

Casi como si el sonido de la llamada hubiera alterado algo en ella, Aiko sintió un escalofrío recorrer su espalda. La sensación de estar siendo observada, que había ignorado antes, ahora la rodeaba como una sombra densa y pesada. Sus ojos recorrieron el laboratorio, esperando encontrar algo más... algún tipo de respuesta que le indicara qué hacer a continuación.

Pero todo estaba en silencio, completamente quieto, como si el mundo entero hubiera dejado de respirar junto con ella.

Con una determinación renovada, Aiko guardó el teléfono en su bolsillo, miró el caos que aún la rodeaba y sin perder el tiempo, subió al ascensor y se sentó en el sofá de la sala y se quedó analizando el papel, Fuera lo que fuera lo que estuviera detrás de esta amenaza, ella no dejaría que lo aterrador la detuviera. Arata debía estar a salvo, y ella no descansaría hasta encontrarlo, sin importar los riesgos

Aiko: ... Debo hacer una llamada

Aiko tomó su celular y llamó a Rebeca

Aiko: vamos... por favor contesta

Rebeca: ^diga^

Aiko: ^¡hola!, Rebeca, soy Aiko yamagawa, no se si me recuerdas^

Rebeca: ^por supuesto que si te recuerdo, eres la chica Wikipedia^

Aiko: ^dejate de bromas, necesito que me ayudes con algo por favor^

Rebeca: ^oh claro, usted mándeme jefa, que, ¿acaso ese idiota de los red demons nunca te enseñó lo que son los buenos modales?^

Aiko: tienes mucha razón, lo lamento mucho, es que ocurrió un percance con arata y estoy muy preocupada por el

Rebeca: ^¿De verdad?, ¿y que le ocurrió?^

Aiko: ^arata fué... Secuestrado, y no se quién fue o que quiere^

Rebeca: ^entiendo... Pero como puedo ayudarte^

Aiko: ^tu madre trabaja en la .A.M.I. ¿verdad?^

Rebeca: ^por supuesto, pero en estos momentos madre no está, salió de viaje a Australia... pero no te preocupes, creo que puedo ayudar, mi madre me enseñó todo lo que hay que hacer en un caso detectivesco, solo dime que necesitas^

Aiko: ^pues encontré un mensaje en el escritorio en mi laboratorio^

Rebeca: ^pasame una foto del mensaje por ppastahw y te aviso si descubro algo^

Aiko: ^entiendo, en seguida te lo paso^

Casi de inmediato Aiko cuelga y le tomó una foto a la carta amenazante y la envío con Rebeca, pero a los dos segundos de ser enviada la foto un mensaje de un número desconocido le llegó a aiko

Mensaje: La verdad se esconde entre luces y sombras. En la pista de baile, el eco de los caídos aún resuena. Si quieres respuestas, ven sola.

Aiko apretó los puños y se dirigió a su habitación y tomo una sudadera negra, salió de su casa y se dirigió a la discoteca que estaba más cercana

Aiko llegó a la discoteca siguiendo la pista. La fachada brillaba con luces de neón, y la fila para entrar se extendía por la cuadra. Se ajustó la capucha y pasó sin problemas

Dentro, la música electrónica retumbaba en el pecho, las luces parpadeaban con un ritmo hipnótico, y el aire estaba cargado con el olor a alcohol y sudor. Se movió con cautela, observando a su alrededor

Caminó entre la multitud, escuchando fragmentos de conversaciones, tratando de encontrar algo sospechoso. Entonces, algo llamó su atención: un grupo de personas en la pista de baile, completamente inmóviles, como si estuvieran en trance. Sus ojos estaban en blanco, balanceándose levemente al ritmo de la música.

Antes de que pudiera acercarse más, las luces se apagaron de golpe.

Un instante de silencio.

Luego, una única pantalla gigante se encendió sobre la cabina del DJ, mostrando un mensaje en rojo sangre:

>EL FUEGO PURIFICA. LA LLUVIA LIMPIA. ¿ESTÁS LISTA PARA PAGAR EL PRECIO?<

El sonido de un mecanismo activándose resonó sobre sus cabezas. Aiko sintió un escalofrío en la nuca.

Algo goteó sobre su mano.

Era espeso. Transparente. Casi imperceptible bajo la luz estroboscópica.

Un grito desgarrador la sacudió.

La piel de un hombre comenzó a derretirse ante sus ojos.

Los aspersores del techo estaban liberando una lluvia de Ácido sulfúrico y

El caos estalló

Personas cayendo al suelo, intentando cubrirse con lo que pudieran. Algunos corrían desesperados, pero las puertas estaban selladas. Los gritos se mezclaban con la música distorsionada, creando una cacofonía infernal.

Aiko reaccionó rápido. Se arrancó el abrigo y lo usó como protección, sintiendo el calor del ácido corroyendo la tela. No podía quedarse allí.

Corrió hacia la barra, donde un bartender jadeaba, su rostro quemado por el ácido, aiko voltea a su alrededor y notó que había una pequeña puerta de servicio.

Aiko: Esa es mi salida

Saltó sobre la barra con agilidad, esquivando a la gente en pánico.

El aire fresco la golpeó cuando salió por la parte trasera del edificio. Tosió, sintiendo el ardor del ácido en algunas partes de su piel.

Pero estaba viva

Cuando recuperó el aliento, notó un pedazo de papel pegado en la pared, justo a la salida. Temblando, lo tomó y leyó:

> Sobreviviste. Pero la pregunta es... ¿serás lo suficientemente fuerte para lo que viene?

Aiko cerró los puños. Sus ojos ardían, no por el ácido, sino por la furia.

Aiko: {Sea quien seas... voy a encontrarte}