ForeverPupa

Chloe Carlson, 35, era una mujer casada que vivía con su esposo infiel — Vicente Gray y su hija — Mackenzie. Su matrimonio fallido la llevó a solicitar el divorcio después de 10 años, pero su esposo se negó a firmarlo. —¡Sé lo que quieres, Chloe, quieres mi dinero después de que nos divorciemos! Quieres quitarme todo y no permitiré que eso ocurra— acusó Vicente. —¡No necesito tu dinero, Vicente! ¡Solo quiero llevarme a Mackenzie conmigo e irme!—. Finalmente, dejó a su miserable esposo sin llevarse ni un centavo de él. Iba a trazar su propio camino en la vida y darle a su hija lo mejor del mundo. Sin embargo, las cosas no van tan bien con una madre soltera como Chloe. Era difícil encontrar trabajo porque había sido ama de casa sin calificaciones durante mucho tiempo. Así que, en su desesperación por cuidar de su hija, solo tenía una salida. Contactó a su cuñado — Vernon Phoenix Gray, 25, un joven despiadado mujeriego que resulta ser el CEO de una empresa en auge, pidiéndole un empleo en estos tiempos difíciles. —¿Un empleo? Eso no es un problema. Puedes trabajar como mi asistente personal y ocuparte de todas mis necesidades diarias—, dijo Vernon con una sonrisa burlona y se acercó. —Especialmente en la cama—, susurró en su oído. ¿Caería Chloe en manos de su malvado cuñado y se convertiría en esclava de sus caprichos? ¿O volvería con su abusivo y despreciable esposo por el futuro de su hija?

Divorcié a mi despreciable esposo, me casé con su malvado hermano

—Pero ¿qué puedo hacer para arreglarlo? ¿Y qué pasaría si le dijera a Mackie la verdad? —se preguntó Chloe.


Después de eso, se quedó callada y se dio cuenta de que ni siquiera quería ver la decepción en la cara de su hija, mucho menos enojo, porque había sido engañada y traicionada todo el tiempo. 


Chloe se mordió el labio inferior al ponerse nerviosa, asustada de que Mackie pudiera llamarla mentirosa y odiarla cuando se descubriera la verdad. 


—No, no quiero que mi hija me odie... —dijo Chloe.— S—Solo un poco más, por favor espera hasta que se finalice el divorcio, y ella sea un poco mayor, para que pueda entender el problema con su padre....


Vernon finalmente terminó de trabajar a las 10. Diamond ya se había ido a casa hace tres horas. Estaba exhausto, por supuesto, y su estómago gruñía porque no había comido nada para cenar. 


—Me pregunto qué me habrá preparado para cenar —murmuró Vernon mientras tomaba el ascensor hacia el sótano. 


Capítulo 224