Fortaleza Subterránea (Parte 2)

Por desgracia, Lith necesitó hasta el 4% para obtener una comprensión suficiente de las cadenas de runas homogéneas que componían las innumerables matrices superpuestas delante de ellos. Por suerte para él, después de un tiempo desapareció otra parte de la carga sensorial, lo que proporcionó un breve alivio a Lith y a Nalrond que puso fin a las quejas de este último.

—¿Solus? —Preguntó Lith, sintiendo una presencia familiar pero silenciosa en su mente.

La estática volvió tan repentinamente como había desaparecido trayendo de vuelta la carga. Tanto Nalrond como Lith, perdieron el ritmo de su respiración debido a la sorpresa y al repentino estallido de sus cerebros.

Esta vez no solo sangraban por la nariz, sino también por los ojos.

—¿Qué demonios has hecho? —El Rezar logró mantener el embudo de lodo e impidió la pérdida de aire recolectado por los pelos de su barbilla.