Afortunadamente para Lith, el tiempo transcurría lentamente en el paisaje mental, lo que le permitió asimilar la revelación sin que la sorpresa rompiera su control sobre la furia del Dragón Pluma del Vacío.
—Si esta cosa es solo la encarnación de mis emociones llevadas al límite debido a la sangre de la Abuela y Leegaain, entonces tengo que razonar con él como lo haría conmigo mismo—. Lith no tenía idea de cómo llegar a un acuerdo con el Dragón Pluma del Vacío, pero al menos ahora conocía la fuente del problema.
—Con mi suerte, hasta que tenga éxito, no podré llegar al núcleo violeta brillante. Eso es un problema para otro día, aunque. ¡Ahora tengo que evitar que yo mismo arruine semanas de cuidadosa planificación!—
—¿Por qué me detienes?— El Dragón Pluma del Vacío gritó telepáticamente. —¿Por qué me odias? Te mantuve vivo todos estos años y así es como me agradeces? Has dejado que tantos de mis amigos mueran. Has dejado que se me arrebaten tantos de mis tesoros.