Cálices Envenenados (Parte 3)

—Si esperábamos demasiado, los monstruos habrían diezmado sus números y entregado a los Armonizadores a las Cortes. En ese punto, nos habríamos visto forzados a convocar al Consejo. En vez de dejar que artefactos tan preciados cayeran en manos de los no-muertos, es mejor destruirlos —el Draco suspiró.

—Creo que ambos tienen razón —dijo Lith—. Es por eso que creo que Syrah y su corte aceptarán nuestra oferta. Aún así, a menos que les digamos toda la verdad, está destinado a salirnos el tiro por la culata al punto de que las cosas podrían ponerse feas en un futuro cercano.

—¿Realmente estás sugiriendo decirles que masacramos a cientos de su gente solo para obtener una audiencia con la Reina? —preguntó Ajatar, obteniendo un asentimiento en respuesta—. Por favor, dime, ¿cómo puede eso hacernos algún bien?