—Fácil. Una vez que tu gente sobrepuebla un área pacificada, se divide de nuevo y se traslada a un nuevo asentamiento —respondió Faluel—. Jiera es muy grande y la mayor parte de ella está ahora deshabitada. Hay mucho espacio para ustedes y muchas mareas monstruosas para combatir.
—La idea es establecer fortalezas autosuficientes sobre los géiseres de mana en los límites de las conocidas mareas monstruosas. Desde allí tu gente los irá diezmando con el tiempo con ataques coordinados desde cada lado.
—Las tribus de monstruos que componen la marea serán lentamente rodeadas y diezmadas hasta que ya no representen una amenaza para el equilibrio.
—¿Y qué pasará si realmente tenemos éxito? ¿Qué sucederá cuando no haya más enemigos con quienes luchar y más géiseres donde podamos habitar? —La mente de la Reina Hati se sentía fría y aguda como el viento del invierno.