Nuevos Vecinos (Parte 2)

Ella ya sabía que el bebé llevaría su nombre y prestó atención a Elina para no perderse la revelación del nombre.

—Lamento, Madre. Tenía la intención de llamarte, pero simplemente lo olvidé en el calor del momento —dijo Elina—. ¿Quieres unirte a nosotros para almorzar?

—Respectivamente, no te preocupes y con gusto —respondió El Guardián.

El almuerzo estuvo delicioso y agradable. Raaz logró compensar a Elina colmándola de cuidados y asegurándose de que no necesitara moverse por el resto de la comida.

—¿Cómo van las cosas para el Reino, Tyris? —preguntó Salaark—. Lamento ser un aguafiestas, pero ver tantos platos me recuerda que las importaciones en el Desierto de Sangre nunca han estado tan bajas.