Voces y Sombras (Parte 2)

Cada vez que el núcleo y la habilidad de Kamila fallaban, cada vez que no podía hacer que Elysia dejara de llorar a pesar de todos sus esfuerzos y las enseñanzas de Elina, las voces en su cabeza se volvían insoportables.

Desde que Kamila se había casado con Lith, se había acostumbrado a ser criticada y juzgada tanto en su cara como a sus espaldas. Todos parecían ansiosos por explicarle por qué era una compañera inadecuada para un poderoso mago y un desperdicio de espacio.

Ella había aprendido a ignorarlos, sabiendo por la experiencia de Zynia lo crueles que podían ser las personas nacidas con una cuchara de oro. Durante el embarazo, las escamas de Dragón le habían asegurado los sentimientos de su esposo y creado un vínculo con su hija más fuerte que cualquier insulto.