—Si vas a proponer necesitas un regalo de compromiso adecuado —dijo Bodya con una sonrisa astuta mientras Tista literalmente se sonrojaba de vergüenza—. De lo contrario, no hay necesidad de traer nada.
—Solo estás visitando a la familia de un amigo. Nadie espera que repartas ingredientes poderosos como si fueran caramelos ni que traigas comida, ya que mis parientes son todos menores Leviatanes.
—No están acostumbrados a los platos humanos y para hacer suficiente para todos causarías otra hambruna.
—De acuerdo —ella asintió—. Vamos a conocer a tus familiares, entonces.
Tista cambió de forma a su forma de Hécate y abrió un Pasos de Distorsión tan rápido como pudo antes de perder la compostura y echarse atrás.
—¿Sabes dónde vive mi familia? Entonces, te preparaste, después de todo —dijo Bodya.
—No, estoy tan aterrorizada que abrí un Pasos en una dirección aleatoria —respondió Tista, su voz casi quebrándose de terror y vergüenza.