Punto tomado. La Banshee imprimió la Piedra Hogar y la enterró justo fuera de la matriz de compresión dimensional del Buscador de Caminos.
Lith sacó a los bebés del portabebés y se los entregó a Kamila antes de quitarse el arnés.
—Mantenlos cerca y no te alejes de su lado ni siquiera por un segundo —dijo mientras la miraba directamente a los ojos.
—Los protegeré con mi vida —ella asintió.
—Sí, claro. Tú vas a protegerlos y no al revés. —Lith tuvo dificultades para mantener una cara seria—. Sé una buena niña y cuida de tu mamá, ¿de acuerdo?
—Mama. —Elysia asintió mientras su padre le sujetaba el rostro y la besaba en la coronilla antes de pasar a Valerón el Segundo.
—Sé un buen chico y recuerda que te quiero. Regresaré pronto. —Lith puso las manos en las mejillas del pequeño y Valerón agarró sus dedos con toda su fuerza.
—No —lloró, cambiando de forma a su forma de Bahamut para arañar la piel de Lith en un intento de retenerlo allí—. ¡No!