Laboratorio Familiar (Parte 1)

—Hola, Faluel. ¿Todo bien? —era una hora extraña para una llamada y no había oído de la Hidra desde antes de su partida a Jiera.

—Hola, Lith. Estoy bien, gracias. Solo un poco molesta con un amigo mío que desaparece por largos periodos de tiempo y nunca llama a menos que quiera algo —ella respondió con un tono juguetón.

—Lo siento —Lith suspiró.

Aislarse era un viejo mal hábito suyo que resurgía cada vez que se absorbía en su trabajo, lo cual sucedía muy a menudo.

—Más te vale estarlo —gruñó la Hidra—. Al menos podrías haberme llamado para contarme sobre la pelea con la ciudad perdida y que todos estaban bien. En su lugar, tuve que enterarme primero por la interconexión y luego obtener los detalles del informe de Friya.

—Lo sé, pero con todo lo que pasó, se me olvidó —dijo Lith—. Hasta que la Puerta de Distorsión estuvo terminada, estuve involucrado con los tratados entre el pueblo del mar y Abuela para crear nuevas ciudades en su Desierto.