El grupo no perdió tiempo mientras se acercaba al lugar donde estaban Inmortui y Unzoku. Tenían la intención de usar el poder de Sil pero querían acercarse para minimizar el consumo de energía de Sil. De esta manera, cuando Sil usara sus poderes, podría posicionarse perfectamente junto al Corazón Rojo y Unzoku en lugar de en algún lugar en las inmediaciones.
Esto le dio a Quinn un poco de tiempo para ver lo que se había desbloqueado en su sistema ahora que estaba en su forma de demonio. Lo primero que notó mientras corría era un nuevo flujo de energía en el aire.
Era una energía que no podía ver con sus ojos antes, pero ahora podía discernirla. Era donde toda la sangre se estaba dividiendo, y podía sentir su fuente. Se parecía a hebras que lo conducían al lugar correcto.
No solo eso, sino que, al igual que antes, las hebras fluían hacia él. La energía de la sangre se movía hacia él sin esfuerzo, sin necesidad de concentración de su parte. Estaba atraído hacia él.