—Todo el cuerpo de Galen brillaba con energía blanca mientras el domo de sombra seguía en su lugar —comentó el narrador—. El poder que lo cubría por dentro y por fuera era energía celestial, un poder que rara vez se veía y casi nadie conocía.
—Galen miró a la bestia y luego posicionó su mano en el aire —relató—. Un portal de sombras había aparecido y al siguiente momento, Galen estaba cayendo del portal justo encima de la bestia.
—Sus bigotes todavía se estaban electrificando a sí mismos, y pronto su cuerpo entero emitió un choque devastador —explicó—. El cuerpo entero de Galen desapareció por un momento mientras el choque eléctrico sacudía todo el domo.
—Desde el exterior, sin embargo, todo lo que la gente podía ver era el domo de sombra y no tenían idea de lo que estaba sucediendo en el interior —narró—. Una vez que el ataque cesó, Galen apareció de entre las sombras, y ambas manos estaban cubiertas de sombra.