Cuando Jorge vio a Monica y Candice entrar, rápidamente guardó su diario y el enrojecimiento en sus ojos desapareció al instante.
—¿Estás pensando en tu madre de nuevo? —bromeó Mónica.
Usó un tono casual que no sonaba como si lo estuviera provocando o burlándose de él, por lo que no mostraría la debilidad de Jorge y lo avergonzaría.
—No —respondió él.
En un instante, volvió a ser ese Jorge frío y distante.
Monica no lo expuso. En cambio, cambió de tema. —¿Cómo va la herida en tu pierna? ¿Ya está curada?
—Está curada —respondió Jorge.
—¿Por qué sigues en una silla de ruedas? —Monica levantó las cejas.
—Soy perezoso.
Monica miró a Jorge sin palabras. —Le doy un diez a esa respuesta.
—Escuché que estás embarazada —Jorge miró a Monica.
—Sí, lo estoy, de gemelos. ¿No soy impresionante? —Monica señaló su vientre plano, claramente un poco orgullosa.