Jeanne sintió que Nox estaba loco por Shelly.
Ella dijo:
—Cuéntame sobre tu situación con Shelly. Te ayudaré a ver si todavía hay esperanza entre los dos.
—No quiero decírtelo —Nox se negó—. Si te lo digo, definitivamente me mirarás hacia abajo.
Eso significaba que él sabía lo malo que realmente era.
—Solo dilo. No te menospreciaré —Jeanne intentó persuadirlo amablemente—. Eres mi salvador. ¿Cómo me atrevo a menospreciarte? Solo quiero ayudarte y devolverte el favor.
Así, Nox fue persuadido.
De hecho, había estado muy deprimido últimamente. No podía contarle a nadie acerca de los sentimientos que había guardado dentro de él porque sabía que si lo decía, todos pensarían que era malvado. Por lo tanto, preferiría mentirse a sí mismo.