La caída de Falcon Scott (29)

Por un momento o dos, la mente de Sunny estaba vacía. Retrocedió, mirando hacia arriba a la figura familiar que se alzaba sobre él.

—Verne... era Verne. No había lugar a dudas.

...O algo vistiendo el cadáver de Verne, al menos.

Su sombra era mucho más vasta y temible de lo que se suponía que debía ser la sombra de un humano.

La mirada vacía del difunto Maestro perseguía a Sunny, su rostro quieto e inmóvil como una máscara. Detrás de él, las olas oscuras se agitaban, y más figuras surgían del agua. Hombres, mujeres... docenas de ellas, incluso cientos. Avanzaban como un ejército de muertos, silenciosos e inexpresivos, con los ojos sumidos en la oscuridad.

Todas sus sombras estaban equivocadas.

La gente de LO49 que Sunny había dejado morir. Los reconocía a todos, mirando la superficie ondulante del océano con horror.

—La... el Terror...

Extrañamente, fue la risa despectiva de la espada maldita la que rompió su parálisis.