Sunny adoptó su forma humana, parado sobre un retorcido tallo de una gigantesca enredadera, junto a Nephis. La Luz Solar provenía de arriba, iluminando su esbelta figura… la suya, sin embargo, permanecía oculta en las sombras profundas, casi imperceptible. Si alguien los observara en ese momento, parecería que ella observaba las ruinas recubiertas de vegetación por sí sola.
Las ruinas eran vastas y extensas, pero la mayoría estaban devoradas por la selva. Solo unos pocos edificios de piedra derrumbados sobresalían por encima del dosel, cubiertos de musgo rojo. Era difícil reconocerlos como estructuras hechas por el hombre, pero los Despiertos eran expertos en todo lo relacionado con las ruinas; el Reino de los Sueños estaba lleno de ellas, después de todo.
Nephis inclinó un poco la cabeza.
—¿Ruinas? No sabía que los humanos una vez vivieron aquí, en Godgrave.
Sunny permaneció en silencio unos momentos.