Familiar

Cuando Nephis regresó, el patio parecía un poco más animado de lo que había estado antes. Algunas personas tenían expresiones extrañas en sus rostros, y algunas más parecían mirar de vez en cuando al Maestro Sin sol, sus miradas llenas de desprecio y diversión.

El encantador hechicero estaba de pie cerca del parapeto de las murallas, sin prestar atención a las miradas punzantes. Miraba hacia abajo con calma, una pequeña sonrisa jugando en sus labios.

Nephis frunció el ceño ligeramente.

—¿Alguien lo ha molestado?

No había anticipado que dejar al Maestro Sin sol solo durante unos minutos sería un problema. Solo había pasado una hora o dos después de que se habían mostrado juntos en público, después de todo... no importa qué tipo de rumores la gente quisiera esparcir, esas cosas tomaban tiempo.

Definitivamente, Nephis no quería que nada remotamente desagradable le sucediera al delicado joven, así que tendría que estar más atenta en el futuro.