Brindis por la Lealtad

Después de que Sunny y Morgan se estrecharan las manos, la parte oficial de la reunión no tan clandestina había terminado. Por supuesto, quedaban muchos detalles por discutir: qué tropas se estacionarían en el Templo sin Nombre, cómo se organizarían sus alojamientos, quién proporcionaría provisiones para alimentarlas, cuándo comenzaría la primera expedición cartográfica y mil más. Pero todas estas cosas podrían decidirse más adelante y en compañía menos ostentosa.

Morgan se recostó en su asiento y levantó su copa de vino, sonriendo satisfecha:

—Esto amerita un brindis, si me permiten decirlo. Los tres estaremos luchando codo a codo pronto, así que... a los camaradas leales. Que nos vaya bien —dijo.

Nephis tomó un sorbo de vino sin decir nada, mientras que Sunny simplemente miraba la mesa, lleno de arrepentimiento.