Rain estaba acostumbrada a pasar tiempo en la naturaleza, así que no le tomó mucho tiempo empacar sus cosas y desmontar la tienda. Su arco estaba sin cuerda y adjunto a la mochila, al igual que su carcaj y espada —usualmente, habría mantenido las armas listas, pero ya que habría una cohorte de Despiertos liderando el equipo de reconocimiento, era mejor mantener un perfil bajo.
No había muchos humanos mundanos que habitualmente cazaran Criaturas de la Pesadilla, y puesto que Rain se suponía que estaba escondiéndose, no quería atraer atención indebida.
Diciendo adiós a los pocos conocidos que había hecho en el campamento principal, se apresuró a la tienda que el encargado del camino había mencionado.
Rain se sintió aliviada y un poco nostálgica, sabiendo que quizás nunca volvería a ver este lugar.
Cuando se acercaba a la gran tienda, escuchó varias voces. Su maestro de repente murmuró algo desde las sombras: