Sombra en Apuros

—Al ver que un Santo literal había caído del cielo, los Caballeros que se acercaban se detuvieron y apartaron la mirada avergonzados, o al menos, lo intentaron.

—Sin embargo, estaban demasiado hechizados por la aparición de Nephis. Con sus hermosas alas blancas, su cabello plateado desordenado y su figura impecable, lucía impresionante. Era como si una deidad celestial hubiera descendido repentinamente al mundo mortal, iluminándolo con su luz pura.

—Además, ella no llevaba su usual atuendo elegante o armadura pulida. En vez de eso, estaba vestida con ropas sencillas hechas de un suave tejido blanco, que parecía ropa de descanso, y delineaba las graciosas curvas de su cuerpo muy bien.

—Demasiado bien, tal vez...

—De repente, Sunny sintió un impulso abrumador de caminar frente a Nephis para protegerla de sus miradas.

—¿Qué están mirando, bastardos?'