Cuando el rey entró, todos en la cámara se enderezaron… todos excepto Sunny, naturalmente, quien era la única persona sentada cómodamente en una silla de madera. Anvil le dedicó una breve mirada —lo suficientemente pesada como para hacer que Sunny palideciera detrás de la máscara— y tomó asiento tranquilamente.
Una vez que el Rey de Espadas estuvo sentado, el resto de los Santos tomaron sus lugares detrás de la mesa redonda. Debido a su forma peculiar, todos aquí parecían ser iguales… sin embargo, esa igualdad no era más que una ilusión. Anvil no hizo nada, y aun así su sofocante superioridad era dolorosamente evidente.
En consecuencia, aquellos que se sentaban más cerca de él estaban por encima del resto. Morgan estaba sentado a su derecha, mientras que Nephis ocupaba su izquierda. En cuanto a Sunny, él estaba casi al otro lado de la mesa.