Indescriptible

Muy lejos y fuera de alcance, se extendía una vasta extensión de agua ondulante que brillaba bajo el cielo lleno de estrellas. Nubes negras fluían como estandartes desgarrados, desgarrados por los vientos violentos.

Colosales olas subían y bajaban, cada una más alta que el muro de una fortaleza. Innumerables rayos destellaban, ramificándose al golpear la inquieta superficie del agua.

Iluminado por el velo de relámpagos que conectaba sus numerosos mástiles con las estrellas, un barco titánico libraba una guerra contra la tormenta.

El barco tenía al menos un kilómetro de eslora de puerto a estribor, pero parecía estrecho debido a su enorme longitud. Su casco antiguo estaba hecho de madera, pero no tenía juntas: era como si toda la nave hubiera sido creada ahuecando una sola rama que se extendía más de una docena de kilómetros de un extremo al otro.