Sunny permitió que su sentido de la sombra se expandiera como una marea, envolviendo todo el campo de batalla. La línea de batalla establecida por las dos anteriores partidas de guerra se extendía a lo largo de muchos kilómetros, por lo que una avalancha de información entró instantáneamente en su mente, amenazando con abrumarlo.
Había decenas de miles de soldados, cada uno utilizando un Aspecto único. Despiertos, Maestros y Santos. También había innumerables abominaciones, que iban desde monstruosidades pesadas hasta vastas hordas de diminutos parásitos. Estaba la misma jungla, además —moviéndose, creciendo, hambrienta.
El choque de todo ello hacía que una miríada de sombras danzara en un caos asombroso, haciendo que Sunny tomara una respiración profunda.