Luz Conquistadora

En medio de las llamas que consumían lo que quedaba del pináculo del templo del jardín, Nephis estaba luchando contra Velolunar y sus dos Reflejos. Innumerables heridas marcaban su cuerpo, y sentía una extraña sensación, casi olvidada, de debilidad por haber perdido demasiada sangre.

Los cuerpos Trascendentes eran resistentes, pero no eran indestructibles. Ella había tenido en cuenta su milagroso físico al calcular cuánto daño podía soportar su cuerpo sin sacrificar demasiada de su funcionalidad… y ese límite se estaba acercando rápidamente.

Sin embargo, su expresión seguía siendo tranquila, y sus movimientos igual de fluidos y desenfrenados como antes. Sus manos nunca vacilaron en el mango de su espada.

La batalla era implacable y despiadada. La victoria y la derrota se separaban solo por una línea delgada y frágil.