Bajo la superficie

El Lago del Espejo escondía horrores indescriptibles, así que muy pocas personas se habrían atrevido a bañarse en él. Pero a Morgan no le importaba. No tenía otra opción más que venir a este lugar oscuro, y para ella, no había escape de la guerra. El asedio no iba a terminar pronto, pero al menos podía intentar no pasar el resto sintiéndose sucia. Era su hogar, de todos modos.