Horrible Cara de la Guerra

Un enorme Eco se erigía sobre la desolada llanura blanca, brillando cegadoramente mientras su coraza de acero reflejaba la radiancia del cielo nublado. Era lo suficientemente potente como para aplastar fortalezas y lo suficientemente duradera como para soportar golpes Trascendentes, alzándose sobre el hueso blanqueado por el sol como un coloso de acero.

La bestia gigantesca tenía cuatro poderosas patas, un lomo ancho y una cabeza plana que descansaba sobre un cuello largo. Sin embargo, no había sido creada por el Hechizo de Pesadilla a imagen de una abominación temible… en lugar de eso, había sido forjada por el Rey de Espadas alguna vez —quizá para cumplir un propósito importante, quizá simplemente por aburrimiento.