Un Lobo, un Perro, y un Chacal

Sunny todavía no podía usar la Linterna de Sombra, o más bien, era demasiado precavido para abrir sus puertas. Como resultado, fue cortado de la casi inagotable reserva de sombras por primera vez en mucho, mucho tiempo. Así que, el Caparazón de Sombras que había tejido de las sombras salvajes que habitaban naturalmente en el campo de batalla no era ni de cerca tan titánico como podría haber sido. No obstante, era más que lo suficientemente alto para igualar la altura del gigante de obsidiana, e incluso más alto que eso, alzándose sobre él por unos pocos metros.