—Mal… dición…
Sunny había luchado contra todo tipo de adversarios a lo largo de su larga y tumultuosa carrera como portador del Hechizo de Pesadilla, y más aún después de su repentina e inexplicable jubilación. Entre ellos había poderosas Criaturas de la Pesadilla, campeones Despiertos experimentados y horrores espantosos que le costaba describir.
Pero muy pocos, si es que hubo alguno, habían logrado ejercer este tipo de presión sobre él. Al menos no en los últimos años, después de alcanzar la Trascendencia y acercarse al pináculo conocido del poder.
La sombra misteriosa era diferente de las Criaturas de la Pesadilla, porque poseía la habilidad marcial y la inteligencia mortal similar a la de un humano.
Pero también era diferente de los humanos, porque su mente era completamente extraña, evasiva y llena de nada más que intentos de asesinato despiadados y sin piedad.
Era feroz y fiera, pero al mismo tiempo fría y calculadora, enfocada completamente en matar al enemigo.