Fuerza Suprema

En este punto, Sunny estaba en mal estado. No iba a desangrarse, por razones obvias, pero el dolor no era la única consecuencia de ser repetidamente cortado y apuñalado por los escalofriantemente afilados cuchillos de su implacable enemigo.

Su piel tenía una propiedad poderosa que le permitía sanarse a sí misma, pero no se podía decir lo mismo de los músculos y tendones debajo. La mayoría de las heridas eran superficiales, pero el daño acumulado estaba disminuyendo sutilmente su movilidad.

Y eso sin mencionar siquiera el terrible estado de su desgarrada alma, así como el agotamiento espiritual de tener que luchar contra la voluntad de una deidad muerta.

Sunny se sentía como una mierda.