Recompensas Mortales

La personalidad decepcionante de la sombra perezosa aparte… en general, el viaje al Reino de las Sombras fue un éxito rotundo.

Y aún así, Sunny no podía superarlo.

«...¡Pero él es la sombra del Núcleo de Titán! ¡El más joven! ¡El último! ¡El Titán!»

Él gruñó.

Esta vez, no fue por el dolor, sino más bien por una amarga sensación de resignación.

Tumbado en el piso y casi sin poder moverse, miró al techo con una expresión miserable.

«Sombrío, Feliz, Macabro, Altivo, Travieso, Loco… y Perezoso…»

Sunny estaba lleno de arrepentimiento.

No solo porque su última sombra no era tan genial y heroica como esperaba, sino también porque se dio cuenta tardíamente de lo inconsistente que era su sentido para poner nombres.

«Maldita sea. Si lo hubiera sabido de antemano, habría hecho que los siete apodos rimaran.»

Pero ahora estaba atrapado con los siete tontos.