Luchando Liao Tian

—¡El tesoro! ¿Dónde está el tesoro? —Liao Tian bramó mientras abría de par en par las grandes puertas de metal de su herrería con un estruendo resonante.

Dentro, el joven todavía estaba fascinado por el Número Uno Bajo el Cielo, su mirada fijada en el arma como si estuviera hechizado. Había estado inspeccionándola durante horas, su expresión una mezcla de asombro y obsesión, completamente consumido por la obra maestra delante de él.

Cuando los ojos de Liao Tian se posaron sobre el Número Uno Bajo el Cielo, su expresión reflejó la del joven, llena de asombro y fascinación. Se apresuró hacia el arma, sus manos temblaban ligeramente mientras las sostenía por encima de ella, casi como si anhelara tocarla pero no se atreviera. La mera presencia del tesoro requería reverencia, dejándolo embelesado.