La situación de Kulas

—¿Eres...? —Tian Yang vaciló, su mirada fija en la mujer frente a él. Estaba casi seguro de que era Ren Xia, pero quedaba un atisbo de duda. ¿Era realmente ella o simplemente alguien enviado en su lugar para transmitir sus palabras? Necesitaba estar seguro.

—Es soy yo —dijo Ren Xia al quitarse el disfraz.

—No me gusta esto en absoluto —dijo Tian Yang con un ceño fruncido. Sin embargo, su inquietud no estaba dirigida a Ren Xia, sino a la habitación misma. El aire se sentía pesado, la atmósfera desagradable y opresiva.

—Por favor, siéntate —Ren Xia le hizo un gesto hacia el asiento frente a ella.

Una vez que Tian Yang estuvo sentado, Ren Xia comenzó:

—Antes de hablar sobre Kulas, hay algo que debes saber.

Tian Yang no dijo nada y le permitió continuar.