La Aparición Repentina de un Emperador Demonio

Después de sentir la abrumadora presencia maliciosa, Sun Ling Cai tuvo que obligarse a darse la vuelta. Cada instinto en su cuerpo le advertía que corriera, pero se mantuvo firme.

Al principio, no vio nada, solo el aire vacío y distorsionado delante, cargado de energía opresiva. Pero luego, una silueta comenzó a tomar forma, emergiendo lentamente de las sombras como si la realidad misma se estuviera doblando para darle paso.

Cada paso que daba era deliberado, y con cada paso, la presión se volvía más pesada, más fría, como una soga apretándose alrededor de su alma.

«¿Un segundo demonio? ¡¿Cómo es posible?! Mi sentido divino ha estado activo rodeando este lugar desde que entramos, ¡sin embargo, solo lo sentí ahora! ¿Se teletransportó aquí justo ahora?» Sun Ling Cai no podía comprender cómo podía haber pasado por alto a este demonio, que estaba emitiendo una cantidad ridícula de energía demoníaca.

—Pensar que volvería a encontrar intrusos… Solo me fui un par de minutos.