—¿Có-cómo te atreves… un mero mortal… a burlarte de mí?!
El experto en Ascensión Divina temblaba de ira, sintiendo una humillación que no había experimentado en mucho, mucho tiempo. En sus ojos, era similar a un elefante siendo lisiado por una sola hormiga a la que fácilmente podría aplastar con un dedo.
—¡Te desollaré vivo!
El hombre de repente soltó un rugido bestial al abandonar su forma humana y convertirse en una ballena masiva que podría cubrir toda la ciudad submarina. Cuando una bestia vuelve a su forma original, su fuerza general aumenta exponencialmente, pero a costa de una movilidad muy reducida, un rasgo que muchos consideraban la ventaja más crítica en batalla. Por esta razón, la mayoría elegía permanecer en su forma humana, incluso frente a la muerte.
Sin embargo, el experto en Ascensión Divina no estaba preocupado por perder su movilidad ya que su oponente no podía penetrar sus defensas sin trucos.