La Rosa Escarlata entró en un sistema estelar sin vida centrado en torno a una enana roja lánguida.
Debido a la ausencia de planetas terrestres, no había ningún deseo de fundar un asentamiento en el sistema estelar. Un par de gigantes gaseosos y sus pequeñas lunas ofrecían muy pocos recursos para recuperar la inversión.
Sin embargo, la proximidad del sistema estelar a la frontera de la Coalición del Viernes exigía al menos alguna presencia.
Tan pronto como la Rosa Escarlata entró en el sistema estelar, sus sensores detectaron numerosos puestos de escucha y puestos de avanzada de sensores.
Conforme Ves adquiría un mayor dominio sobre los sistemas del puente y otros sistemas de comando centrales de la Rosa Escarlata, hizo numerosos descubrimientos sobre su nueva nave.
Una de las sorpresas más bienvenidas fue que la fragata móvil de suministros poseía sensores externos más poderosos de lo que esperaba.