—Cuando Ranya y Gloriana abandonaron el compartimento, la manifestación de la voluntad de Brutus dejó de estar restringida.
—¡Las mantas protectoras que su fuerza de voluntad envolvía alrededor de su familia se convirtieron en un campo sin forma que impregnó toda la sala con su presión!
—¡Su intensa protección cambió la misma naturaleza del aire a su alrededor, convirtiéndolo en un dominio donde su voluntad prevalecía!
—Por supuesto, estos trucos no afectaron a Ves en lo más mínimo. Como Oficial, su mente no era tan indefensa como la de otros humanos, y la opresión que emanaba de Brutus apenas afectaba su estabilidad.
—Aunque Ves no luchó activamente contra la presión, el hecho de que logró mantenerse firme le ganó una rara muestra de respeto por parte del piloto experto.
—Esto fue suficiente para que Brutus mirara a Ves de una manera diferente.
—Decidió ser directo. —Permíteme preguntarte claramente, Larkinson. ¿Amas a mi hermana?