La influencia del temible decreto del Profeta Viviente no podía subestimarse.
La repentina desaparición de todos los resplandores que continuaban tranquilizando e inspirando a los Ylvainans fue inmensa.
Gritos fúnebres y alaridos resonaron a través de las calles mientras los Santos Soldados patrulleros perdían repentinamente su sagrada calidad.
Los gritos encolerizados y las acusaciones feroces empezaron a volar en todas direcciones mientras pilotos de mechs, técnicos de mechs y diseñadores de mechs se culpaban erróneamente unos a otros por "asesinar" a sus mechas.
Como las partes que tomaron la decisión decisiva de desertar a la Coalición del Viernes, los líderes de las tres dinastías líderes enfrentaron de inmediato una inmensa cantidad de presión.